Sergio Sepúlveda, hasta donde he visto, es un periodista perteneciente a Tv Azteca que aparece regularmente en programas de variedades hablando de todo tipo de curiosidades: ¿Por qué no se quieren los perros y los gatos? ¿Es cierto que existe el Necronomicón? Su labor, más allá de llevarlo a ser un reportero comprometido con la sociedad, radica en buscar información que venda, que jale gente, que entre muy hondo en las creencias y en la cultura de los televidentes chilangos.

   Hace poco tiempo, se estrenó Difícil de creer, su programa personalizado donde abunda como nunca antes con todo tipo de información (y muchas veces, mucha desinformación) que suena atractiva y que es sinónimo de raiting. Viendo bien este espacio televisivo que se transmite por azteca 7 todos los jueves a las nueve y media, hora de la ciudad de México, no pude evitar la afirmación de que este programa es exactamente lo mismo que los Grandes misterios del tercer milenio, solamente que con un formato más ágil. Al comenzar el programa, el señor Sepúlveda aparece en escena con su toque de actor acompañado por música misteriosa y una escenografía de esas que simulan los “misterios del mundo”. Asimismo, el estilo de los reportajes tiene el toque sensacionalista clásico.

DIFÍCIL DE CREER, CON SERGIO SEPÚLVEDA

   Hasta donde he visto, sus reportajes muestran información pseudocientífica  tal como contacto con los muertos, los misterios del triángulo de las Bermudas, brujas, demonios, así como la antigua argumentación conspiranoica de que el hombre nunca jamás ha ido a la Luna. Así pues, como televidentes, somos partícipes de una pléyade de información difusa entre lo científico y lo pseudocientífico donde de pronto vemos reportajes supuestamente objetivos y amparados por la ciencia para después descubrir que la explicación se concluye dejando como misteriosa cierta información referente a un fenómeno paranormal.

   El problema con estos programas es que no dan al público información suficiente para saber hasta donde llega la información científica y donde comienza lo supuestamente paranormal. Quizás el público debería estar más informado acerca de la labor de la ciencia y periodistas como Sergio Sepúlveda se deberían preocupar más por dar información objetiva a la población en lugar de querer tener mucha audiencia reviviendo los temas sobrenaturales clásicos que nunca jamás se han podido demostrar como ciertos.