Savater explica su laicismo en un ensayo sobre la vuelta de la religión

Manuel Calderón

MADRID- Fernando Savater, como queriendo recuperar el tiempo perdido, trata en su último ensayo, «La vida eterna» (Ariel), un tema clásico en la filosofía donde los haya, el de preguntarse sobre la fe religiosa, sea la confesión que sea, y su naturaleza. Sobre esta cuestión, sus libros de referencia, como ejemplo de razonamiento nada panfletario y sí ameno, son «Religión y ciencia» y «Por qué no soy cristiano», de Bertrand Russell.

La pregunta inicial de Savater es: «¿Cómo puede ser que alguien crea de veras en Dios, en el más allá, en todo el circo de lo sobrenatural». Y matiza: «Me refiero naturalmente a personas inteligentes, sinceras, de cuya capacidad y coraje mental no tengo ningún derecho a dudar». Savater, «nacido en una familia católica de un país católico», confiesa, se cuestiona sobre la religión cuando vuelve a estar presente en muchos ámbitos de la vida, en la naturaleza de los diversos terrorismos, en el modelo de educación, en las costumbres y en la política en general.

   Relativismo

   «Lo que realmente ha entrado en crisis no es la religión, sino el concepto de verdad, lo que ha abierto la posibilidad de que todas las creencias estén en primer plano y puedan venderse. Yo, como Benedicto XVI, también estoy en contra del relativismo, pero no olvidemos que creer fomenta el relativismo porque todo puede ser creíble», dice Fernando Savater. El pensador hace una cerrada defensa del laicismo, aunque no cree que su función sea ni acabar con la religión ni perseguirla. «La educación es para hacer ciudadanos, no feligreses», afirma.

Fuente:

http://www.larazon.es/noticias/noti_cul26986.htm