El Nuncio del Vaticano en España, Manuel Monteiro de Castro, pidió hoy prudencia en el juicio público que se está creando contra el sacerdote que fue denunciado por presuntos abusos sexuales a un menor de 14 años en La Zubia.

El responsable eclesiástico hizo estas manifestaciones a los medios de comunicación después de oficiar la misa de primera hora de la mañana con la que se inauguró la jornada de clausura de los actos organizados con motivo del cincuenta aniversario de la muerte de Fray Leopoldo de Alpandeire.
Monteiro de Castro consideró que "no hay que apresurarse y juzgar lo que no está juzgado", ya que recordó que "todos tienen derecho al buen nombre mientras no se prueben los hechos".
En este sentido, se refirió al pasaje de la Biblia en el que Jesús salvó a una mujer adúltera de morir apedreada diciendo "quien esté libre de pecado que tire la primera piedra", y aseguró que "la Iglesia lo que pretende es el bien de todos".
Apartado
Monteiro de Castro se remitió al comunicado hecho público por el Arzobispado de Granada , en el que se hacía constar la decisión de "apartar provisionalmente de todo ejercicio público del ministerio sacerdotal" al sacerdote que ha sido denunciado por presuntos abusos sexuales a un menor de 14 años.
En el comunicado, el Arzobispado de Granada indica que su titular ha tomado esta medida "a pesar de que las acusaciones que se han hecho no han sido en absoluto probadas e incluso de que hay indicios significativos de manipulación".
Los padres del menor que denunció al sacerdote han solicitado una orden de alejamiento para evitar que vuelva a acercarse a su hijo, y consideran que debió ser encarcelado para "evitar que haga lo mismo a otros niños".
Tras prestar declaración en el cuartel de la Guardia Civil de La Zubia, donde residen el sacerdote y la presunta víctima, el religioso fue puesto en libertad con cargos con la obligación de comparecer ante el juez cuando sea citado.
En la nota de prensa, el Arzobispado señala que a la Iglesia "le duelen especialmente" los pecados de sus ministros y pastores, pero recuerda que una acusación "no significa en absoluto por sí misma que haya responsabilidad por parte de la persona acusada, y que no basta el hecho de la acusación para declarar a una persona culpable".
Por ello, pide que se respete la presunción de inocencia, ya que lo contrario "facilita la arbitrariedad y las venganzas personales o linchamientos públicos sin garantías de justicia y de verdad".