Muchas veces he escuchado en programas de variedades lo siguiente: “Y ahora con ustedes, el investigador Jaime Maussán”. Después de meditarlo durante un rato, lo primero que me viene a la mente es: ¿qué es un investigador? ¿Charlatanes como Carlos Trejo o los Hombres de Negro son realmente investigadores? Mi opinión es que no: la palabra investigador está muy mal aplicada.

   Es común escuchar en las telenovelas que alguno de los personajes acude a un “investigador privado” para averiguar, por ejemplo, si su esposo es infiel o si algún enemigo tiene preparada alguna jugarreta en contra de este. Yo creo que estas personas lo único que hacen es “averiguar cosas”. Igualmente, los magufos para anormales lo único que hacen es recopilar vídeos y casos y darles su propia interpretación (muchas veces manipulada) para avalar tal o cual caso sobrenatural. Con esta perspectiva, me parece que Jaime Maussán no es ni remotamente un investigador. Es simplemente un recopilador de pruebas endebles que pretende demostrar contundentemente que somos visitados por seres extraterrestres que tripulan naves con forma de platillo volante.

   Sus dos supuestos científicos, Rodolfo Garrido y Fernando Correa, se han hecho pasar por autoridades que dan su aval al “fenómeno OVNI”. Cuando éstos son presentados, por ejemplo, en programas de pseudo-debate como La mesa de Adame, se amparan en el principio de autoridad de la ciencia para engañar al público y convencer (desgraciadamente con bastante éxito) al público de que las “investigaciones” de Jaime Maussán son de alta calidad y que revelan la verdad. El problema surge cuando éstos señores se presentan también como “investigadores” cuando ni remotamente utilizan alguna metodología experimental ni someten sus supuestas pruebas a la comunidad científica.

JAIME MAUSSÁN Y SU REPETITIVA REVISTA

Así pues, regresando con Maussán, me parece que más allá de ser un especialista o hacer investigación, lo único que hace es mezclar mentiras con verdades para argumentar que casos como el caballo volador o el vídeo del humanoide de Yucatán son pruebas contundentes que amparan sus especulaciones.

   ¿Qué seguirá ahora? Pues veo que este señor se le están acabando las ideas para crear más fraudes sobre extraterrestres y ahora está metiéndose más que nunca en temas exclusivamente para anormales; los casos de apariciones marianas, ángeles, fantasmas, ciencia mezclada con esoterismo y divinidades superiores parecen ser ahora su nuevo campo de engaño a explotar, sobre todo porque el porcentaje de mexicanos que creen en asuntos relacionados con apariciones de figuras religiosas y seres del más allá es superior al porcentaje de gente que cree en OVNIs. Si bien los negocios tanto de engaños al público con vídeos de platos voladores falsificados como de arracheras no dejan suficiente dinero, que mejor que venderle a la gente ficciones que tienen que ver con fantasmas y divinidades ocultas en la mente de cada uno de los ciudadanos.