Perro de Jong

27-12-2006

 El telescopio espacial europeo Corot fue lanzado el miércoles desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán. Durante su travesía, la nave explorará el espacio en busca de planetas que muestren similitud con la Tierra, y analizará la luz de miles de decenas de estrellas.

Con el lanzamiento de COROT empieza una nueva era en la búsqueda de visa extraterrestre. COROT posibilitará detectar planetas fuera de nuestro sistema solar, que muestren similitud con la Tierra en lo tocante a sus dimensiones y su composición. Según la Agencia Espacial Europea (ESA), se trata de una tarea tan ardua como la de hallar, a un kilómetro de distancia, una vela junto a un faro.

El estudio de planetas fuera de nuestro sistema solar data de sólo una docena de años. En 1995, el astrónomo suizo Michel Mayor descubrió el primero, en la constelación Pegaso. Entre tanto, ya se conocen doscientos llamados ´planetas extrasolares´, todos ellos de dimensiones mucho mayores a las de la Tierra. Y, al igual que Júpiter, tales planetas están compuestos ante todo de gas.

Daphbe Stam, quien trabaja en el centro espacial de investigaciones Stichting Ruimte Onderzoek Nederland, explica que en estos planetas gaseosos no es posible hablar una verdadera superficie, y, por tanto, no se espera hallar vida, por lo menos no similar a las formas existentes en la Tierra. Sin embargo, en un planeta rocoso que se encuentre a una distancia adecuada en la órbita de una estrella pueden darse una temperatura apta y eventualmente una atmósfera. Y de poseer una estructura adecuada, como la de la nuestro planeta, podríamos hallar incluso vida.

La dificultad con tales planetas rocosos es que son demasiado pequeños para poder hallarlos con los actuales métodos, ya que nuestra atmósfera impide una observación suficientemente nítida. El supertelescopio espacial Hubble, en órbita terrestre desde 1990, está orientado a cuatro constelaciones, y por tanto, la distancia es demasiado grande para distinguir un pequeño planeta rocoso. Por tanto, COROT deberá concentrarse en dos puntos relativamente próximos a la Tierra, es decir, el centro de nuestro propio sistema, la Vía láctea, y posteriormente Orion.

Corot tan sólo enviará gráficos de variaciones luminosas en las estrellas, lo que constituye la primera fase. Luego la ESA realizará proyectos como Darwin. Michel van Baal, informador de la agencia europea, opina que el verdadero desafío consiste en ver directamente un planeta rocoso, y no indirectamente, como es el caso con COROT. Y esto sólo será posible con Darwin, cuyo lanzamiento está previsto para alrededor del 2020, y cuya tarea sólo es posible teniendo una noción de la ubicación de esos planetas, tarea que realizará COROT.

Según Daphbe Stam, los datos del telescopio espacial contendrán suficiente material para elaborar y reflexionar. Y de llegar COROT a detectar vez un planeta rocoso, se tratará de un momento verdaderamente histórico, un auténtico hito. " Es un tema que emociona a los seres humanos, pues se trata de la búsqueda de nuestros orígenes, y nos permite saber si somos los únicos seres vivientes o si en otros planetas también hay vida. Se trata, sin duda, de interrogantes fundamentales!", precisa la científica.

Fuente:

http://www.informarn.nl/informes/cienciaytecnologia/act061227_corot