Los argentinos creen en muchas cosas. La variedad de cultos religiosos es inmensa y crece día a día. Desde las religiones tradicionales a las más nuevas, muchas llegadas de otros países, se forma una extraña amalgama en la que casi todo es posible. En nuestro país el dogma de la fe puede tomar muchas formas.

Desde una imagen de Jesús a un muñequito de un diablo de la religión Umbanda, todo vale en el mundo de las creencias populares.

 

Un claro ejemplo de ello es el amontonamiento del tiendas y locales en la calle Cuzco, en el corazón de Liniers. Allí las santerías están ubicadas justo frente a la Iglesia de San Cayetano. En cualquiera de ellas uno puede encontrar todo tipo de muñequitos, imágenes y objetos de fe católica, pagana, Umbanda y hasta Feng shui.

Ya a partir de las 9 de la mañana, la gente comienza a poblar los locales. Los objetos más pedidos son los más baratos: sahumerios y velas. Se pueden encontrar de todo tipo  de colores y cada uno tiene un significado distinto. Las velas salen entre 50 centavos y 2 pesos y el paquete de 20 sahumerios entre 2 y 3 pesos (ver link aparte).

Las santerías venden diferentes figuras. Algunas, de los cultos Umbanda y Kimbanda. Entre ellas se puede ver una reina gitana llamada la “Cigana Salomé”, cuya función es, como casi todas, cumplir 3 deseos. Además, hay reyes, cobras y hasta diablos que se utilizan para sacrificios con animales. 

Entre los más sorprendentes, existe un santo negro, llamado “Petrovelo”, al cual los creyentes le dejan diferentes ofrendas para que realice sus pedidos. Lo curioso, además de su figura negra y tamaño natural, es que la principal ofrenda que le deja la gente son cigarrillos (ver link aparte).

San Cayetano vs. Las Santerías: la vereda de enfrente

Pero no todo es coherente en el mundo de la fe. Existe una contradicción muy visible. Con sólo cruzar la calle Cuzco, a unos pasos de la estación de Liniers, uno se topa con varias santerías repletas de imágenes paganas de un lado, y con la histórica Iglesia de San Cayetano del otro.

Al respecto el párroco de la Iglesia de San Cayetano, Gerardo Castellano le explica a minutouno.com: “No puedo estar de acuerdo con esta situación, creo que algunos lucran con la necesidad de la gente”.

“En definitiva son opciones, pero tengo fieles que se han acercado y me han confesado ´padre estuve 5 años con una secta y ahora vengo a pedir perdón a Dios”, cuenta el párroco.

-¿No es una herejía que vendan una figura de Jesús al lado de una figura Umbanda de un esqueleto negro?

– No puedo decir que estoy de acuerdo con eso, pero son comerciantes. Hay algunos que son inofensivos y otros que lucran con la necesidad. Pero son opciones para las personas. Si una persona fiel necesita ayuda de Dios no necesita prender una vela verde o blanca.

La otra voz

Por su parte Paola, encargada de la santería “La Amistad” dice a que "hay católicos que salen de enfrente (de la Iglesia de San Cayetano) y vienen a comprar acá una vela negra para abrir los caminos de alguien”,

Según ella mucha gente opta por algunos elementos que no son aprobados por la Iglesia porque cree que “le van a hacer bien”. “La fe puede todo, acá trabajamos con todas las religiones, y cada uno se lleva lo que cree”, dice Paola. 

Ni bien termina de hablar, una señora mayor, de unos 60 años se acerca al mostrador y le pregunta: “¿Tenés ojitos? ¿O algo para curar el mal de ojos?”. La mujer acababa de salir de San Cayetano.

Fuente: http://www.minutouno.com/1/hoy/article/id_7347.htm