La exploración espacial no tripulada vive uno de sus mejores momentos. Y es en el mítico J et Propulsory Laboratory de la NASA, donde se diseña gran parte de las misiones que investigan el Sistema Solar. Un ejemplo reciente es la misión Stardust, que se sirvió de una pequeña sonda para recolectar y traer a la Tierra el polvo de un cometa, y cuyos resultados acaban de ser presentados en “Science”. El director del JPL, Charles Elachi, respondió las preguntas de PERFIL y opinó, entre otras cosas, sobre la relación con la Argentina. La historia del centro que en octubre cumplió 70 años.

;;Hace sólo 70 años no existían los satélites ni los cohetes para viajar al espacio. Hoy, en cambio, el envío de sondas a diferentes cuerpos celestes del Sistema Solar ya es todo un hábito. Uno de los centros que impulsan la exploración espacial es el Jet Propulsory Laboratory (JPL). Fue allí donde diseñaron y construyeron la mayoría de los artefactos que desde hace más de 40 años “investigan” el espacio. Y fue en ese mítico centro de la NASA donde se gestó la Misión Stardust, que esta semana atrajo la atención del mundo entero.

Consultado por PERFIL, Charles Elachi, director general del JPL, señaló a esa misión (una sonda que recolectó por primera vez en la historia polvo de la cola de un cometa) como uno de los proyectos más relevantes del centro de investigación. Aunque la lista de logros es larga.

La serie de las sondas Pioneer a la Luna, las Mariners a Venus, los orbitadores Viking a Marte son sólo algunas de las históricas expediciones que lideró el JPL (las sondas son pequeñas naves que envían información sobre lo que “observan” a la Tierra). En la actualidad, uno de los mayores éxitos del JPL son los pequeños rovers que exploran Marte desde 2003.

“Muchos lugares no pueden ser visitados por los humanos, por eso las sondas, como la de Stardust, son nuestros ‘ojos’ y ‘oídos’. Son una extensión nuestra que nos permite visitar el Sistema Solar”, describió a PERFIL Elachi.

Pasión. Aunque nació en el Líbano, Elachi estudió Física e Ingeniería en Francia. Este año fue elegido como uno de los Mejores Líderes de los Estados Unidos por la revista U.S. News y, con 5.000 empleados a su cargo, logra llevar adelante con éxito misiones que hace sólo un siglo hubieran sido vistas como imposibles.

Ya desde el inicio del JPL estuvo presente la curiosidad insaciable como motor que ahora Elachi mantiene vivo. En 1936, un grupo de jóvenes conocidos como los rocket boys realizó, con mucho esfuerzo y poco presupuesto, las primeras pruebas con cohetes del JPL en Pasadena, California.

En octubre, se celebraron los 70 años de ese centro. “Absolutamente, el espíritu de los rocket boys sigue vivo. Los empleados vienen a trabajar aquí porque tienen pasión por explorar y lograr lo que otras personas soñaron”, sostuvo Elachi.

Y agregó que la exploración espacial es un “símbolo de la colaboración pacífica entre naciones, cuyo fin debe ser expandir el conocimiento y mejorar la vida de todas las personas”.
—En 70 años de historia, el JPL obtuvo numerosos logros espectaculares, ¿qué se siente al ser su director?
—El JPL es un lugar especial. En los Estados Unidos se los conoce como una “joya de la Corona” por todas las misiones de exploración espacial que fueron dirigidas por nuestros “exploradores”. Es una sensación de gran excitación, orgullo y responsabilidad ser su director.

—¿Recuerda qué sintió cuando los primeros seres humanos llegaron a la Luna?
—Sí, sentí que todo un nuevo mundo se abría para nosotros. Fue una sensación de orgullo por aquello de lo que es capaz la humanidad.

—¿Qué piensa sobre los planes del presidente Bush de volver a la Luna y llegar a Marte hacia 2050?
—Como humanos, debemos tener siempre una meta a largo plazo y visión para explorar y profundizar en lo desconocido, aunque lograrlo lleve muchos años.

—¿Y cómo ve el futuro de las misiones espaciales con robots?
—Estamos en una segunda Edad de Oro de la exploración. Sólo en el JPL, hemos lanzado 10 misiones en los últimos seis años y esperamos lanzar de 10 a 12 nuevas misiones en los próximos seis años.

Colaboración con la Argentina. El JPL está trabajando con científicos e ingenieros de la Argentina en el proyecto de un satélite nacional, el SAC-D Aquarius, que será lanzado en 2009 para observar la Tierra. El centro de la NASA aportará uno de los principales instrumentos de medición de ese satélite para relevar la salinidad de los océanos.

El trabajo con la Argentina es muy importante para nosotros, allí tienen profesionales excelentes que pueden jugar un papel clave en los programas de exploración espacial”, destacó a PERFIL Elachi.

Por su parte, Raúl Colomb, director de las misiones científicas de la CONAE, contó que el satélite tendrá cinco instrumentos argentinos, y también dispositivos de Francia, Brasil e Italia.

El polvo de un cometa bajo la lupa. Casi un año después del exitoso retorno de la cápsula Stardust, que trajo en enero polvo de un cometa por primera vez a la Tierra, la revista Science dio a conocer este viernes los estudios científicos preliminares sobre ese material extraterrestre.

Entre los astrónomos hubo sorpresa ante la evidencia inesperada de una “mezcla” de partículas de diferentes partes del Sistema Solar en un único cuerpo celeste. Sucede que del análisis de las 1.000 partículas recolectadas del cometa Wild 2, los investigadores descubrieron que los cometas contienen al mismo tiempo material que se forma normalmente en ambientes de temperaturas muy bajas, y minerales que se originan en temperaturas muy altas.

“Mucha gente imaginaba que los cometas se formaban en completo aislamiento del resto del Sistema Solar, pero ahora hemos demostrado que no es así”, señaló Donald Brownlee, líder científico en la Misión Stardust.

Fuente:

http://www.perfil.com/contenidos/2006/12/20/noticia_0035.html