La leyenda dice que antaño Telde fue una ciudad influida por una importante población aborigen de esclavos negros que practicaban magia negra y medicina natural, así como por el asentamiento de castellanos de origen judío y árabe. Su historia la ha convertido en una tierra con un importante arraigo de superstición. ;;Además de por el caso Faycán, la ciudad de las brujas vuelve a ser noticia por un fenómeno que podría calificarse de paranormal. En este caso no se trata de brujería ni videncias sino de ;;un espiritista que asegura que en la pared de ;;su casa han aparecido caras.

El pasado mes de octubre a Leo Sosa le terminaban de pintar las paredes de la casa donde trabaja como espiritista. La mañana del 9 de noviembre se levantó para atender a un cliente y se percató de que en la pared de una de las habitaciones se "podía ver una cara". Sorprendido, no se asustó porque el mundo "de los espíritus" no le inquieta, es más, no cree "que estén ahí para molestar".

Desde que apareció el primero de los rostros hasta el día de hoy, Leo Sosa ha ;;llegado a contar hasta siete, incluso asegura que a uno de ellos lo ha visto en movimiento. ;;Rostros que no le son familiares pero que sí pueden corresponder a "personas que han pasado por su vida" y que ya ;;empieza a ver como "una protección personal".

Al preguntarle si es capaz de poner sexo a "esa gente rara", como él la define, ;;contesta que uno es una mujer, "un ser nervioso y ;;violento que quiere expresar algo". También interpreta que hay una "calavera pidiendo socorro" y ;;uno "con pinta de demonio".

Al principio, las veces que hacía noche en la casa dormía "con cierto respeto", así que decidió encender velas "para que descansen y no molesten". Cuando aparecieron "hacían ruido, se oían voces, golpes y sonidos de cristales rotos", explica el espiritista que asegura que al pasar la mano por la pared "se pueden sentir vibraciones".

Investigando en el pasado de la casa ;;averiguó ;;que había sido habitaba por un sacerdote. En los dos años que lleva él en ella ;;dice que "nunca había aparecido nada raro" y no conoce ningún caso igual en la zona.

El espiritista grancanario dejó el mundo de la radio para empezar estas prácticas en el año 2002 a raíz de la muerte de su padre que, al igual que su abuela, se dedicaba a las ciencias ocultas.

Leo Sosa está dispuesto a que un experto se acerque hasta su domicilio para estudiar el caso. Serán entonces los profesionales en la materia los que certifiquen si esas caras ;;son realmente un fenómeno paranormal, si ;;las pintó ;;la mano del hombre o son simplemente fruto de la sugestión. ;;

Fuente:

http://www.radiobardino.com/index.php?news=915