1.- En el programa de Los grandes misterios del tercer milenio, esta vez los fraudes de Jaime Maussán han tomado un sendero por demás ridículo. Este espacio ahora posee un Buzón OVNI que es presentado por el ocioso vigilante Carlos Clemente. Esta sección ofrece al público una serie de fotografías tomadas alrededor del mundo por personas comunes y corrientes. El problema con esto es que las imágenes, en su mayoría, no muestran platos volantes, sino manchas amorfas que muy bien pueden ser truqueadas fácilmente; en otras ocasiones, se muestra en las imágenes platillos que surcan el cielo. Todo esto no sirve de nada, ya que claramente el espectador con vista aguda podrá detectar que las fotografías fueron truqueadas. Una imagen de un objeto borroso en el cielo no nos sirve de nada como prueba de que los humanos somos visitados por seres extraterrestres.

;; ;; 2.- Ya no sé como calificar a Rodolfo Garrido Cotham: si como charlatán, como pseudocientífico, como falso divulgador de la ciencia cuyos reconocimientos y premios no prueban que es buen comunicador o como secuaz maussaniano. En el programa que ya les he mencionado, Garrido se dedica a ofrecer al público supuestos reportajes sobre noticias científicas y tecnológicas. El problema es que este señor no sabe casi nada de ciencia y lo que tiene es mucha palabrería. Últimamente, me encontré un reportaje que hizo sobre unos fractales que son una proyección del pensamiento humano y por consiguiente, del funcionamiento del cerebro de una persona. Solo añadiré un comentario: en todo el reportaje, Garrido solo dijo palabras y palabras que significaban lo mismo una y otra vez, sin siquiera explicar cómo se habían obtenido dichos fractales. Usted como público debe estar muy atento y poner mucha atención a lo que dice este hombre: nunca divulga la ciencia, sino que adorna la noticia con palabras que suenan a lírica barata.

Rodolfo Garrido

;;  3.- La aparición de Luis Suárez en las instalaciones de Cablecom fue la prueba que confirmó que una pequeña empresa de TV por cable está realmente desesperada por tener raiting. Cuando una televidente retó al señor Suárez a tener diez aciertos en la lectura de las cartas para demostrar que no es un charlatán, este hombre aceptó de malas el reto. Obviamente, este hombre falló casi la mitad de los datos en la lectura por televisión de las cartas al telespectador que llamó. Lo malo es que ese programa que les menciono solo tiene cuatro televidentes como público (a veces cinco, contándome yo) y mucha gente no se dio cuenta de las fallas de este hombre que lucra con las emociones humanas.

   4.- En TV Azteca, se está transmitiendo una serie norteamericana bastante mala y repetitiva. El nombre con el que se le conoce aquí es Almas perdidas (Ghost wisperer es el nombre original). Trata sobre una chica que ve a los muertos y que permite que éstos se comuniquen con sus parientes. Lo primero que me viene a la mente es que la mayoría de la gente que visita esta mujer duda solo por un segundo para después darle toda su confianza a esta médium y creer sin mayor reparo. El segundo problema es que la serie es lo mismo cada semana: un alma que quiere comunicarse con sus seres queridos, los familiares que se la creen todo, el espíritu chocarrero que quiere hacerle daño a la gente, etc. Hoy en día, no hay pruebas contundentes que confirmen que los fantasmas existen o que hay vida después de la muerte, mas los productores siguen teniendo éxito porque la mayoría de la gente no lo sabe.

 

        Almas perdidas

    5.- El programa Viva la Mañana + Temprano ha dejado de ser un programa familiar para convertirse en una suerte de circo de la ridiculez. En la mañana, aparece un señor que se burla de los periodistas; mas tarde, el clima es dado no por un especialista sino por Isabel Madow robándose aquella estrategia de marketing rusa que consiste en quitarse la ropa mientras se da información al público (desde el clima hasta las noticias). Otra de las cosas que atonta a la sociedad es la ya mencionada Mesa de Adame: no es una mesa de debate, es un espectáculo en donde charlatanes se sacan de la manga supuestas pruebas para convencer a la gente de que los fenómenos paranormales tienen una enorme validez.

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