Desde hace tres meses, quienes viven sobre la calle Necochea al 7600 no duermen. Es que, según dicen, a determinada hora de la noche "comienzan a llover cascotes" de inexplicable procedencia.
De la Redacción de El Litoral
Como "insólita" y "misteriosa" describen los vecinos de un sector de Guadalupe Oeste a la situación que viven, específicamente en Necochea a la altura del 7600. Es que no encuentran explicación a los piedrazos que caen sobre los techos de las viviendas desde hace meses.
"No sabemos lo que está pasando en nuestra cuadra. La verdad es que es un misterio la procedencia de los cascotes que caen en los techos porque, ni bien suenan contra la chapa, salimos a recorrer la zona pero… no encontramos a nadie", dijo uno de los vecinos. A lo que otro agregó que "las pedradas duran aproximadamente dos horas y son continuas".
Hipótesis
Alrededor de 12 vecinos dialogaron con El Litoral y manifestaron su inquietud, sin negar la sensación de miedo que padecen cuando, de repente, "empiezan a llover cascotes del cielo".
Si bien, la mayoría no le encuentra explicación alguna al fenómeno, ya que salen a merodear por la zona y no observan a nadie, algunos -los menos supersticiosos- creen que los culpables no son nada más que niños o adolescentes chistosos que, con sus gomeras, hacen bromas de mal gusto.
Al respecto, una vecina entrada en edad y en experiencia señaló que, por el tamaño de los cascotes y teniendo en cuenta que es toda una cuadra de ambos lados la afectada, "nunca podrían llegar tan lejos".
"Vivo acá desde hace un año y medio y, la verdad, jamás me imaginé que iba a vivir así", dijo Pochola riéndose aunque, al primer cascotazo, reconoció que llama a su vecino.
El 5 de octubre de 1989, El Litoral publicó una nota titulada Misión de cazafantasmas en Guadalupe Oeste y un tributo a dos benefactores en la que, por entonces, una vecina lindante a una vieja casona deshabitada -que aún existe, cobija a una familia y se sitúa en la cuadra- contaba que en su interior las hamacas se movían solas, las luces se prendían por sí mismas, las escaleras crujían y, en forma de espectro, se visualizaba la visita de una dama vestida de blanco en un caballo del mismo color.
"A esa casa le decían la Casa embrujada. Yo me acuerdo de eso pero… no tengo idea si esto de los cascotes tiene que ver con supersticiones o algo por el estilo", contó en esta oportunidad una de las vecinas y sembró la hipótesis entre los demás pobladores.
A lo que uno de ellos agregó: "Una vez vi, en otra zona de la ciudad, cómo una chica, que hacía espiritismo, salía afuera y hacía volar cascotes al techo".
Intrigados
Lo más llamativo para los vecinos es que si se tratara de un ladrón, lo que menos haría es tirar cascotes al techo. Asimismo, indicaron que no se busca provocar un daño contra alguien en particular, ya que toda la cuadra es la afectada.
"Cuando pasa esto, lo primero que hacemos es llamar a la policía pero… tampoco encuentra a nadie", dijo un hombre. Y agregó que se organizaron y permanentemente están comunicados y en alerta.
Por último, lo que ocurre en este sector de Guadalupe Oeste -sea para algunos una broma de mal gusto o para otros cuestiones de espiritismo- preocupa a los vecinos ya que, dicen, "en ningún lado es usual que entre las 22 y las 2 de la mañana y en horas de la siesta lluevan cascotes del cielo".
Otro pedido
Además de los piedrazos, una vecina que habita en el barrio desde hace seis meses denunció que, en varias oportunidades, quisieron entrar a su vivienda y robarle. La puerta y el portón del frente, ambos violentados, dan cuenta de ello. "Hace tiempo que no duermo y cuando llamo a la policía no viene nadie", dijo.
Fuente:
http://www.litoral.com.ar/index.php/diarios/2006/09/28/metropolitanas/AREA-01.html
Señores: Desde hace años y años vienen cayendo lluvias de piedras en el Hospital Sayago de Santa Fe cerca del Barrio de UPCN, yo mismo he visto los chaparrones de piedras que caen del cielo en esta zona de Santa Fe y hemos organizado grupos de busqueda para dar con los presuntos bromistas pero nunca hemos encontrado a nadie y en las busquedas han participado cerca de una docena de patrulleros de la Policia de Santa Fe a cargo del agente Ordoñez Alejandro quien ha sufrido en carne propia la lluvia de piedras en su humanidad. Fueron testigos de los hechos el personal de vigilancia del ministerio de salud en la persona de su actual jefe, el Sr Martin Ruiz y los vigiladores Frison Walter y abbet Carlos quien ante los chaparrones de piedras sufrio un severo ataque de nervios.
si, es verdad yo he visto los chaparrones de piedras en el sayago y nunca se ha encontrado a nadie que tire las piedras, los muchachos de la vigilancia del ministerio de salud estan re nerviosos por que piensan que son fantasmas, yo no se que pensar y varias noches con la bruja o sea mi mujer hemos salido a recorrer el Sayago y escuchamos como los cascotes revientan el techo del hospital y las enfermeras y los enfermos salen corriendo.
dicen que se han tenido que suspender operaciones por que a veces caen piedrazos en los quirofanos cuando estan operando y la gente ya no quiere ir mas a ese hospital.
Señores; doy fe que los chaparromes depiedras son reales y es mucha la gente aquejada por este mal. Ruego a ustedes investiguen este hecho que ha transtornado la habitual tranquilidad del hospital Sayago, llegando a huir despavoridos los enfermos, enfermeros y medicos y se han orgamizado inini expediciones para comprobar la caida de estos chaparrones misteriosos. Yo que me dedico a pasar noches en vela debido a que soy sereno lo he presenciado sin que nadie me de una explicacion sensata. señores por favor expliquen esto no sin antes investigar a fondo este caso. Gracias.
Roque Manganini
La verdad soy vecino del hospital Sayago y ya estoy podrido de los estruendos que se escuchan todas las noches por el impacto de las piedras en los techos. he radicado un centenar de denuncias y los milicos de mierda nunca hacen nada.Quiero dormir! agarren a los bromistas! no me vengan con fantadmas!
Esteban Caceres