Científicos de la Universidad de Ohio han logrado crear un interruptor biológico de cuatro estados con una molécula de clorofila a y un microscopio de barrido de efecto túnel. Las aplicaciones podrían ser interesantes en materias tales como el estudio del origen de la vida, o el proceso de conversión de la energía solar.

Nota de prensa pública fechada el 5-Sep-2006

Nanocientíficos crean un interruptor biológico a partir de una molécula de espinaca

ATHENS, Ohio – Nanocientíficos han transformado una molécula de clorofila a obtenida de espinaca, en un complejo interruptor biológico con posibles aplicaciones futuras en energía ecológica, tecnológica y medicina.

El estudio aporta la primera imagen detallada de la clorofila a – el principal ingrediente involucrado en el proceso de la fotosíntesis – y demuestra el modo en que los científicos pueden usar las nuevas tecnologías para manipular la configuración de la moléclula de espinaca en cuatro disposiciones diferentes, informaron los físicos de la Universidad de Ohio Saw-Wai Hla y Violeta Iancu en la edición matinal de hoy del diario Proceedings of the National Academy of Sciences.

Los científicos emplearon un microscopio de barrido de efecto túnel para visualizar la clorofila a y después le inyectaron un solo electrón para manipular la molécula en cuatro posiciones, que variaban de recta a curva, a velocidades diferentes. (Se puede ver una película de las cuatro posiciones aquí). Aunque en el pasado, el equipo de la Universidad y otros más, habían logrado crear moléculas interruptoras de dos estados empleando microscopios de barrido de efecto túnel, el nuevo experimento ha dado como resultado un interruptor multi-estado más complejo en la molécula orgánica más grande conocida hasta la fecha.

El trabajo posee implicaciones inmediatas para la investigación científica de base, ya que la configuración de las moléculas y proteínas repercute en las funciones biológicas. El estudio sugiere una nueva senda en la creación de circuitos lógicos o interruptores mecánicos a nanoescala para futuras tecnologías médicas, informáticas o en aplicaciones con energías renovables, comentó Hla, profesor asociado de física.

“Saber algo más sobre la molécula de la clorofila a es importante en materias como el origen de la vida o la conversión de la energía solar”, añadió.

 

El estudio ha sido financiado por Iniciativa Nanobiotecnológica (Universidad de Ohio) y el Ministerio de Energía de los Estados Unidos (DOE). El profesor Hla es miembro del Instituto de Biología Cuantitativa y del Instituto de Fenómenos Cuánticos y a Nanoescala de la Universidad de Ohio. Violeta Iancu prepara su doctorado y trabaja en el Departamento de Física y Astronomía.

Redactado por Andrea Gibson

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