Miércoles, 30 de agosto de 2006 – 18:30 GMT No existe una zona específica en el cerebro para comunicarse con Dios, aseguran científicos canadienses.

Un equipo de la Universidad de Montreal encontró que las experiencias místicas cristianas son mediadas por varias regiones cerebrales.

Según informó la publicación científica Neuroscience Letters, los investigadores le pidieron a 15 monjas, de entre 23 y 64 años, que les contaran sus experiencias religiosas mientras las pacientes eran sujeto de estudio a través de escáners de resonancia magnética.

Se dice que las monjas experimentaron la noción cristiana del acto místico de unión con Dios cuando tenían entre 20 y 29 años.

Cómo el cerebro reacciona mientras el ser humano se conecta con Dios es un tema que ha sido objeto de debate entre los seguidores religiosos.

Algunas personas incluso habían sugerido que había una región específica en el cerebro designada para comunicarse con Dios.

Sin embargo, los investigadores sostienen que este estudio desacredita esas teorías.

Los investigadores encontraron que mientras las religiosas les contaban sus experiencias se registró un incremento en la actividad de al menos 12 regiones del cerebro, entre ellas áreas normalmente involucradas en el registro de las emociones y la consciencia.

Experiencias

El jefe de la investigación, el doctor Mario Beauregard, indicó que "la principal meta del estudio fue identificar las correlaciones neurales de una experiencia mística".

"En vez de encontrar una zona en el cerebro para comunicarse con Dios, que se relaciona con experiencias místicas, encontramos que hay varias áreas cerebrales involucradas", dijo.

"El hallazgo no disminuye el significado y el valor de esas experiencias ni tampoco confirma o descarta la existencia de Dios".

Stephen Wang, padre católico que enseña en el Seminario Allen Hall en Londres, señaló que: "esos estudios del cerebro nos brindan un entendimiento fascinante en torno a cómo el cuerpo humano, la mente y el espíritu se interconectan, pero no deben hacernos pensar que las oraciones y la experiencia religiosa son sólo una actividad cerebral".

"Es cierto que el misticismo cristiano es un encuentro con Dios. Nos encontramos con él en las profundidades de nuestra alma".

"Es una experiencia que va más allá de los límites normales de la psicología humana y de la consciencia", concluyó.

Fuente: http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/science/newsid_5299000/5299428.stm