;;MAJURO.- Tres pescadores mexicanos que pasaron más de nueve meses perdidos en el Océano Pacífico, durante los que se alejaron de su ruta más de 8 mil kilómetros, fueron rescatados cerca de las Islas Marshall, al noreste de Australia, informaron ayer fuentes ofi ciales de aquel país.

Los pescadores fueron rescatados el 9 de agosto por un barco pesquero de Taiwán, declaró Eugene Muller, director de la compañía propietaria del pesquero taiwanés, con sede en la capital de las Islas Marshall, en Majuro.

“Estaban fl acos y hambrientos pero sanos”, explicó Muller al señalar que los mexicanos lograron sobrevivir en su embarcación capturando peces voladores y bebiendo agua de lluvia.

Desde San Blas Los pescadores rescatados por el pesquero taiwanés el pasado 9 de agosto cerca de las islas Marshall son Salvador Ordóñez Vázquez, Jesús Eduardo Vidaña López y Lucio Rendón Bacerra.

Según los primeros datos que estos pudieron facilitar, pese a la difi cultad de comunicación con la tripulación del pesquero chino, los pescadores habían zarpado de San Blas 9 meses antes.

Cuando fueron rescatados, los dos motores de su embarcación estaban rotos.

Los tres pescadores mexicanos permanecen actualmente a bordo de la nave taiwanesa, pues ésta sólo llegará al puerto de Majuro dentro de dos semanas, cuando termine la captura de atún que realiza actualmente. (AFP).

Volvieron a nacer.

“Nunca perdimos la esperanza”, dijo Jesús Vidaña, uno de los pescadores que permanecieron nueve meses y nueve días perdidos en el Océano Pacífi co.

El pescador mexicano relató que una tarde del 28 de octubre de 2005 salió a pescar junto con otros dos de sus compañeros, Salvador Ordóñez y Lucio Rendón.

Lo que parecía una jornada cotidiana se convirtió en una pesadilla para los tres pescadores mexicanos. “En esa tarde el viento nos llevó mar adentro y comenzamos alejarnos de nuestro lugar de trabajo, hasta perdernos”.

Jesús Vidaña recordó que en el transcurso de su naufragio sólo se alimentaron con carne cruda de pescados, patos y gaviotas.

“Había veces en que hasta tardábamos cerca de 15 días sin comer, hubo ocasiones en que sólo teníamos un pato para comer los tres”, recordó.

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