Paola Morales M. / ELUNIVERSAL.com.mx
El Universal
Lunes 12 de junio de 2006

09:00 La imagen del gordito pero feliz es desde hace tiempo una idea del pasado. Para nadie es un secreto que México es un país con una población que padece serios problemas de obesidad y sobrepeso, por ello es normal que casi cualquier cosa que ayude en la misión de perder los kilos que estorban, sea comercializable.Cuatro jóvenes estudiantes de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía del Instituto Politécnico Nacional que enfrentaban la batalla contra la obesidad al mismo tiempo que daban consulta en la escuela, como parte de su servicio social, encontraron que 70% de sus pacientes vivían el mismo calvario: la obesidad.

Así, en 1998 iniciaron una serie de investigaciones para crear una fórmula que les brindara a sus pacientes una mejor calidad de vida y sobre todo que fuera un método efectivo para reducir de peso: “Se nos ocurrió que deberíamos hacerlo de una forma divertida porque la gente se aburre de los tratamientos de pastillas, entonces pensamos en adicionar el tratamiento a un alimento y la mejor opción que tuvimos fue la gelatina”, cuenta para ELUNIVERSAL.com.mx, Jareni Gómez (29 años).

Jareni es uno de los cuatro socios que crearon la empresa “Homeopática Científica Industrial”, la cual se dedica a la fabricación y distribución de productos homeopáticos relacionados con la salud, principalmente con problemas de obesidad y sobrepeso. El resto de los integrantes son Héctor Bolio (29 años), Óscar Fuentes (32 años) y Rubén García (29 años). Los cuatro son médicos cirujanos y homeópatas.

La empresa nació formalmente en el año 2001, cuando aún cursaban el octavo semestre de la carrera (se graduaron en 2003), dentro del Centro Incubador de Empresas del IPN, donde recibieron la asesoría y reingeniería de su único producto hasta entonces.

Sobre la inversión inicial que requirieron, Jareni explica que no invirtieron en algo porque no tenían gastos operativos, pues los absorbía el Politécnico. Además cuando crearon la empresa ya tenían ventas del producto, por cada gelatina ganaban 50 centavos: “La dábamos al costo y cuando entramos al centro incubador, ellos hicieron toda la infraestructura para modificar la materia prima, de ahí empezamos a obtener ganancias y con ellas costeamos los gastos de notaría y todos lo que generó crear la empresa”.

Hasta el momento no han recurrido a ningún créditos porque los proyectos se hacen conforme se tienen flujos de efectivo: “Con las ganancias de la venta de gelatina, se generó el proyecto de la bebida y con las ganancias de estos productos se van desarrollando nuevos productos”.

Han recibido apoyo de la Secretaría de Economía, quien les da espacios para participar en ferias, apoyo en difusión y capacitación. Han sido premiados en dos ocasiones dentro de la Cumbre Mundial de Emprendedores y por el Centro Incubador del IPN con una mención honorífica por su acelerado proceso de incubación (de tres años previstos, sólo necesitaron un año y medio).

“Hemos tenido muchos tropiezos en cuanto a trámites y hemos sido invitados por gente de Centroamérica a hacerlos en esa región, pero es un sueño de nosotros que sea un producto orgullosamente mexicano”, señala Jareni.

Le echan los kilos

Tras cinco años, Jareni señala que han tenido buena aceptación con sus productos por sus buenos resultados: “No se le engaña al paciente, no se le dice que va a bajar rápido de peso, de hecho bajar de peso con nosotros es de manera paulatina, la forma más adecuada para controlar el peso”. Se estima que una persona baje dos kilos por mes, aunque el primer mes sólo se reduce de talla, pero no de peso.

Sus productos se venden por medio de contratos exclusivos de zona. Distribuyen en Distrito Federal, Estado de México, Aguascalientes, Mexicali, Colima, Durango, Guanajuato, Guerrero, Chiapas, Chihuahua, Jalisco, Michoacán, Morelos, Puebla, Querétaro, Sonora, Tabasco, Sinaloa, Tamaulipas y Veracruz.

“Meterlo en tiendas como supermercados no es la idea de la comercialización de nuestros productos, porque necesitamos que exista una persona que esté asesorando continuamente al consumidor, por eso lo hacemos en puntos de venta exclusivos a los que les damos toda la capacitación en el manejo del producto”.

Perdiendo peso

Los productos que comercializan son gelatina reductora, bebida reductora, gel reductor, glóbulos homeopáticos y también comercializan aceite de nuez picanera y galletas de la misma, los cuales desarrollan en sociedad con un laboratorio francés.

# La gelatina cuaja a temperatura ambiente aunque para conservarse sí necesita refrigeración.

# Las galletas son ricas en fibra prebiótica (la que más ayuda la organismo), tienen antioxidantes, omegas y son aptas para diabéticos.

# El aceite tiene propiedades cardioprotectoras, antioxidantes y omegas. Además ayuda a los pacientes diabéticos a controlar el azúcar ya que favorece la calidad de la insulina.

# La bebida es el producto que más demanda tiene, aunque se pelea el puesto con la gelatina.

# En el DF la gelatina cuesta 7.50 y la bebida 10 pesos; en el interior de la República, 9 y 12 pesos, respectivamente. El gel cuesta 120 peso en cualquier punto del país.

Razones de peso

Actualmente trabajan en los requisitos de salubridad para iniciar la comercialización en el exterior. Sus planes inmediatos son exportar el producto a Francia, aunque también proyectan hacerlo en Centro y Sudamérica.

Más información: 5577 9414/ 5781 6910/ www.homeopatica.com.mx

Fuente:

http://www.eluniversal.com.mx/articulos/32117.html