JOSEP CORBELLA – 10/06/2006
BARCELONA

La primera vacuna contra el cáncer de cérvix, que causa unas 300.000 muertes al año en el mundo y es el quinto más frecuente en la población femenina española, fue autorizada el jueves en Estados Unidos. La compañía farmacéutica Sanofi Pasteur MSD espera que Europa autorice también la comercialización de la vacuna antes de final de año.La vacuna, que se administra en tres inyecciones sobre un periodo de seis meses, previene la infección por el virus del papiloma. Se trata de un virus de transmisión sexual que origina más del 90% de los casos de cáncer de cuello de útero, según han demostrado investigaciones coordinadas desde los años ochenta por el epidemiólogo catalán Xavier Bosch, que actualmente trabaja en el Institut Català d´Oncologia (ICO).

Una vez el producto esté aprobado en Europa, los especialistas en vacunas españoles son partidarios de incluirla en el calendario de vacunaciones sistemáticas para chicas al principio de la adolescencia, antes del inicio de las relaciones sexuales. La vacuna contra el cáncer de cérvix se podría hacer coincidir así con la que se inocula tanto a chicos como a chicas de 11 y 12 años contra la hepatitis B, una infección que también se transmite por vía sexual.

Menos citologías ginecológicas
La vacuna contra el virus del papiloma, señalan Xavier Bosch y otros especialistas, reducirá la necesidad de practicar citologías ginecológicas anuales. Las citologías están destinadas a identificar células precancerosas que han sido alteradas por el virus. Ya en la actualidad, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos recomienda espaciar las revisiones ginecológicas cada tres años cuando las tres últimas citologías hayan sido normales. Con todo, la vacuna no previene todos los casos de cáncer de cérvix, por lo que no supondrá el fin de las citologías.

El elevado precio al que Sanofi Pasteur MSD tiene previsto comercializar la vacuna, alrededor de trescientos euros las tres dosis, puede obstaculizar su inclusión en el calendario de vacunaciones sufragadas por la sanidad pública. Otras vacunas recomendadas por los médicos, como las del neumococo contra algunas de las meningitis más graves y la de la varicela, no están incluidas en el calendario vacunal, de modo que las familias que desean inmunizar a sus hijos deben adquirirlas en farmacias.

Más de 30.000 niñas y mujeres de entre 9 y 26 años han recibido la vacuna en los distintos ensayos clínicos que se han realizado para evaluar su eficacia y su seguridad. Los resultados muestran que el producto inmuniza frente a dos de los tipos más frecuentes de virus del papiloma – los tipos 16 y 18-, que juntos causan más del 70% de los casos de cáncer de cérvix. Protege también contra otros dos tipos del virus que causan más del 90% de condilomas – verrugas genitales que aparecen en la vulva y en el glande, que no son graves pero son molestas y contagiosas, que afectan al 1% de la población y que deben quemarse para eliminarlas-.

Dado que las primeras voluntarias empezaron a recibir la vacuna hace alrededor de cinco años, es aún demasiado pronto para saber durante cuánto tiempo protege frente a los virus del papiloma y si será preciso revacunar a las chicas al cabo de unos años.

En cuanto a la seguridad de la vacuna, los únicos efectos secundarios que se han apreciado son reacciones locales leves en la zona en que se aplicó la inyección en una minoría de voluntarias. La vacuna no está compuesta por virus enteros, sino únicamente por partículas similares a las que se encuentran en la superficie del virus, informó ayer Silvia de Sanjosé, investigadora del ICO que ha participado en el desarrollo de las vacunas frente al cáncer de cérvix. Estas partículas son suficientes para estimular el sistema inmunitario para que esté en guardia ante el virus, pero no son capaces de causar una infección.

Ante estos resultados, la Agencia de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA) ha aprobado la vacuna en sólo seis meses tras aplicarle su sistema de evaluación prioritario – un sistema reservado a productos capaces de aportar grandes beneficios a la salud de los ciudadanos-. Según declaró ayer un portavoz de Sanofi Pasteur MSD a la agencia Reuters, en Europa “esperaríamos tener la aprobación este año”.

De cumplirse esta previsión, la vacuna llegaría a las farmacias españolas como muy pronto en la primavera del 2007, precisó Magda Campins, especialista en vacunas del hospital Vall d´Hebron. El Consejo Interterritorial de Salud, que reúne a representantes sanitarios de las comunidades autónomas, decidiría posteriormente si la vacuna se incluye en el calendario de vacunaciones sufragadas por la sanidad pública y se podría empezar a administrar a gran escala, cuanto antes, alrededor del 2008.

Fuente:

http://www.lavanguardia.es/web/20060610/51270215826.html