Para algunos, es el Día del Diablo; pero para la Iglesia, no es más que “una farsa para asustar a la gente”. La fecha genera comentarios e inquieta a quienes mantienen supersticiones vinculadas a los números. Un investigador de fenómenos paranormales habla de un “día absolutamente normal”. ADiana, una docente de 48 años, sus alumnos le preguntaron: “Señorita, ¿usted viene a trabajar el martes?”. Desconcertada, creyó que la consultaban porque había un partido de la Selección Argentina en el Mundial de Fútbol, y ante el interrogante sobre el motivo de la pregunta, los chicos le respondieron “porque es el Día del Diablo y no hay que salir de la casa”.
La anécdota —real y que ocurrió en una escuela céntrica de Paraná— permite ver la importancia que tienen los números para algunos —y no solamente los chicos—.

FANTASÍA. Hoy es, para los más supersticiosos, una fecha fatídica, ya que coincide en el calendario el 6/6/6 —seis de junio (mes seis) de 2006—, número bíblico de la Bestia; y se supone que a las 06.06.06 —es decir, a las seis de la mañana, seis minutos, seis segundos— la cosa se pondría peor.
Muchos sitios de Internet alimentan la fantasía. En una recorrida por sus contenidos se puede encontrar la siguiente noticia: “Las iglesias noruegas reforzarán su seguridad por miedo a que la comunidad satánica organice incendios rituales el próximo 6 de junio, Día del Diablo”. También se pueden leer reflexiones como la siguiente: “Insistentemente se sigue enviando por correo electrónico la supuesta llegada del Anticristo, que vendrá con la fecha del 6 de junio de 2006”. Y hasta hay páginas creadas para quitar dudas: quien ingrese su nombre y apellido podrá saber si es o no el temido Anticristo.
Lo cierto es que la fecha 6/6/6 —que sólo se repite una vez por siglo— fue pensada como propicia por los realizadores de la remake de La Profecía, quienes decidieron estrenarla hoy, en el marco de las elucubraciones sobre la supuesta fecha maldita.

LA FE SE DESDIBUJA. Pero aquí, en Paraná, el padre Sergio Jacob, de la Parroquia Santa Lucía, brindó tranquilidad con sus palabras y recordó que “en todos los años que terminan en 6 han aparecido comentarios similares y, por supuesto, nunca ha pasado nada”.
El religioso indicó que “esto es un sin sentido. Toman una frase de la Biblia —del Apocalipsis—, la desdibujan y la sacan de contexto para asustar”.
Estas “farsas”, según Jacob, “le han hecho daño a muchos adolescentes, que están asustados con el tema del fin del mundo. En cuanto a los adultos, muchos nos preguntan o comentan algo sobre la fecha, pero no dicen tener miedo”.
El sacerdote manifestó que “jugar con el espíritu y el ánimo de la gente, puede producir una psicosis en chicos, adolescentes y ancianos; y a la fe la desdibuja porque el fin del mundo, en vez de ser el encuentro con un Dios bondadoso se piensa como una catástrofe”.
En este punto, Jacob recordó que “Jesús, en diálogos que mantuvo con la gente, fue interrogado por el día en que llegaría el fin del mundo, y Jesús respondió que ni él lo sabía, que esa información está reservada al Padre”.
Asimismo, el párroco de Santa Lucía señaló que “el único Anticristo que anuncia la Biblia fue Nerón, el mayor perseguidor de cristianos”; y que el número 666 es una clave que, justamente, oculta las letras en griego del nombre Nerón César.

UN DÍA MÁS. “A nivel parapsicológico va a ser un día absolutamente igual a otros”, explicó a EL DIARIO el investigador paranormal Gustavo Fernández, quien reconoció haber recibido numerosas consultas de personas cuyas supersticiones están vinculadas a los números. “En el segmento de gente que integra mi público he visto esa curiosidad expectante del a ver si pasa algo”, indicó.
Fernández argumentó su posición con respecto a la normalidad del día de hoy analizando dos puntos: “En primer lugar, la interpretación de la alegoría bíblica no es literal. No todo lo que contiene 666 es necesariamente de naturaleza demoníaca. Una persona cuyos tres nombres tienen seis letras cada uno, no es por eso una mala persona”, argumentó. Y, por otra parte explicó que “en realidad el número al cual se refiere San Juan en su Evangelio es el 636; los especialistas saben que hubo un error de traducción hace 1.500 años y que si habría un número maligno sería el 636 y no el 666”, remarcó.
El investigador insistió con que la “connotación muy mediática del triple seis no tiene raíz esotérica ni parapsicológica”, y señaló que hoy “seguramente habrá un terremoto, entrará en erupción un volcán y habrá un accidente automovilístico, pero se trata de cosas que suceden todos los días, la diferencia está en la lente con que la que vemos la realidad”.
Por tal motivo, a las mujeres embarazadas que temen dar a luz hoy —quizás movilizadas por la supuesta llegada del Anticristo— les dedicó un mensaje: “Quédense tranquilas que van a tener unos hermosos bebés rozagantes, como los que nacen todos los días”.

UN REGRESO 30 AÑOS DESPUÉS

La profecía, un filme dirigido por Richard Donner en 1976, es uno de los hitos del cine de terror. Imposible olvidar aquellas escenas en que la mirada terrorífica de Demian ordenaba al sobreprotector rottweiler que atacara sin piedad a todo aquel que se interpusiera en el camino del Anticristo. Otro aspecto memorable de esa cinta era la potente banda sonora de Jerry Goldsmith, inspirada en la escalofriante Carmina Burana de Carl Orff.
A partir de esta película han salido cientos de copias que no han conseguido causar un impacto en los espectadores como lo hizo el filme original en 1976.
Esta nueva versión de La profecía (The omen 666), que se estrena comercialmente hoy a nivel mundial, conserva el argumento original, pero con actualizaciones históricas.
Cuando se estrenó la película original se hizo coincidir la fecha con el número de la bestia: 6 de junio de 1976. Ahora esta estrategia se repite. Este nuevo acercamiento a la figura del Anticristo se estrena el 6 de junio de 2006 (6/6/6), por obvios motivos promocionales.
Un aspecto que no debe olvidarse es el contexto histórico en el que el filme original fue exhibido. El factor de asombro del espectador en el año 1976 no era para nada el mismo que se tiene hoy. Algunas escenas que para el público del año 2006 pueden ser motivo de risa, en ese momento no lo eran. Las actividades paranormales no estaban en el registro del hombre común y las asociaciones libres que hoy podrían realizarse en cualquier programa de TV, en esos años no tenían sentido. Un buen ejemplo es el número 666: a principios de los ‘70 nadie invocaba su supuesto origen diabólico, ni siquiera como chiste. Hoy en día la cifra se ha convertido en un lugar común.

Fuente:

http://www.eldiariodeparana.com.ar/textocomp.asp?id=96377