MERCEDES RODRÍGUEZ/MADRID
Iker Jiménez ha sido perseverante desde que era un niño en su curiosidad por el misterio, por lo desconocido, lo que le llevó a estudiar periodismo. Se ha convertido hoy en una referencia de lo que viene en llamarse cuestiones paranormales y su programa en Cuatro, ‘Cuarto milenio’ -dobla o triplica la media de la cadena junto con ‘House’- crece en seguidores prodigiosamente y se ha convertido en una de las revelaciones de la temporada. Detrás de este éxito hay una labor pertinaz de este vasco prolífico que consiguió sólo con uno de sus libros, ‘Enigmas sagrados’, vender 800.000 ejemplares. ¿Su secreto? Habla del misterio con mucho juicio.-No se recuerda un asentamiento de un programa de misterio en la televisión desde los tiempos de Jiménez del Oso…

-Por desgracia, en la televisión de los años 90 me negué a participar en programas de estas características porque se daba una imagen bochornosa del misterio en su concepto más amplio. Tipos con túnica gritándose, o individuos que mantenían que habían viajado a Urano. Un circo. Se produjo un descrédito importante, cuando en los años setenta esta clase de temas se consideraban periodismo de sucesos. La gran clave del programa es que el público sabe que nosotros somos periodistas, que hablamos de sucesos y que no vendemos ninguna moto. Hay que dar una visión distanciada de cualquier frivolidad.

-¿De dónde viene su interés por estos temas?

-Hubo una anécdota muy curiosa. Con diez años, ocurrió una cosa muy rara en Vitoria, mi ciudad natal. Toda la ciudad vio una cosa muy rara en el cielo. Yo ese mismo día, en casa de mis tíos, descubrí un libro sobre ovnis de la policía francesa. Y al día siguiente el periódico habló de ovnis sobre Vitoria. Cogí la bici, me gasté mis ahorros en una grabadora que pesaba como un muerto, y me fui a entrevistar a la gente. Fue como un impulso. Imagínate la cara de la gente al ver a un chaval tan pequeño con la grabadora…Y aquello me marcó, el interés por la búsqueda, era algo romántico. No estoy en los asuntos de misterio por una moda, le he dedicado toda mi vida.

-¿Ha visto algún ovni?

-He visto cosas raras, ciertamente. Pero nada tan evidente para que se te despejen las dudas. Y agradezco tener esas dudas porque te hace sentirte más objetivo, más distante.

-¿Pero usted cree que existen?

-Yo no creo: existen. El tema ovni no es una cuestión de creencia porque si vas al Cuartel General del Ejército de Aire puedes pedir los dos mil expedientes del Ministerio de Defensa sobre ovnis y hay veinte o treinta casos donde la conclusión es ovni. Existen, no es cuestión de fe. ¿Qué son? Esa es una larguísima historia que por fortuna nunca vamos a resolver. Es un fenómeno real, la gente no miente, y después de entrevistar a muchos testigos surge algo onírico y extraño que me hace pensar que los ovnis son algo más cercano, que no se tratan de naves de otros mundos que vengan a colonizarnos sino que acompañan al hombre desde que es hombre. Antes se llamaban gnomos, duendes o espectros. Pero no sé cual es su naturaleza.

-¿Y los espíritus?

-Pasa un poco lo mismo. Cuando más indago o entrevisto sé menos. Teorías en que creía se me han caído, y otras han ido renaciendo. No sé si existen los espíritus del más allá, por así decirlo, pero sí pasan cosas que todavía no sabemos explicar y que tienen que ver con el fenómeno de la muerte. Hay muchas personas que dicen haber visto a un ser querido y creo que no mienten. ¿Es el ser querido que vuelve para decir algo o es nuestro propio cerebro, todavía gran desconocido, el que hace que veamos cosas que no existen?. No lo sé.

-¿Cuál es el mayor enigma de la humanidad por resolver?

-Hay uno que está muy claro. El hombre se cree conocedor de todo y hay parcelas que son desconocidas, porque seguimos pensando qué hay después de la muerte. Esa incertidumbre es lo que mueve el interés de la gente por el misterio. Nadie se aproxima a saber qué ocurre después.

-¿Usted cree en una trascendencia?

-Si me tengo que mojar diría que sí. Quizá no es de forma humana, pero creo que no se acaba todo. Y además, que se va a un sitio mejor.

-¿Qué clase de público tiene su programa?

-Lo más sorprendente es que el target comercial es de los más altos de la cadena junto con ‘House’. Es un público con nivel sociocultural altísimo.

-¿Qué opina del fenómeno de ‘El Código Da Vinci’? ¿Cree que se esconde algún secreto en la historia de la religión católica?

-El libro ha tenido tanta repercusión por la necesidad de la gente de saber parte de la historia que no le han contado. Jesús de Nazaret fue un personaje tan excepcional, del que se saben pocas cosas, que ha abierto la curiosidad. Y desde luego en los documentos apócrifos hay mucho misterio.

Fuente:

http://servicios.eldiariomontanes.es/pg060528/prensa/noticias/Television/200605/28/DMO-TEL-178.html