Once años atrás, el mundo contuvo el aliento por unas semanas cuando Ray Santilli, un distribuidor de video de Londres, anunció que había comprado una película muda que testimoniaba la autopsia de un extraterrestre realizada por el gobierno de los Estados Unidos en 1947, en el desierto de Nuevo México, más precisamente en ese lugar llamado Roswell.Santilli aseguraba entonces haber comprado los catorce rollos de los que constaba los 91 minutos de película a un camarógrafo retirado del ejército norteamericano.

Con el estreno británico de Alien Autopsy, una película sobre las vicisitudes de ese rodaje, los responsables de lo que desde hace tiempo se sabe que fue una elaborada estafa finalmente han confesado. Su director resultó ser John Humphries, el creador del cyber presentador televisivo Max Headroom, un graduado de la Academia Real británica que recientemente trabajó en los efectos especiales de Charlie y la fábrica de Chocolate, de Tim Burton.

Humphries reveló que trabajó durante cuatro semanas preparando la autopsia, y que la película fue realizada por él, Santilli y tres personas más en el mayor de los secretos. “Sólo se lo conté a mi esposa cuando me contrataron para trabajar en Alien Autopsy”, explicó.

Por su parte, Santilli insiste aún hoy en haber comprado aquellas latas, pero asegura que la película se dañó irremediablemente cuando fue expuesta al aire después de 48 años. “Por eso fue que recreamos la película con Humphries”, asegura. “Le di ordenes precisas y el resultado fue una genialidad.”

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http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/5-2006-05-07.html