40 siglos os contemplan, es la proverbial exclamación de Napoleón a sus soldados antes de la Batalla de los Mamelucos, junto a las pirámides de Egipto, el 21 de julio de 1798, para animarlos al combate. Desde ese entonces hasta la fecha ha surgido una densa cantidad de hipótesis sobre el origen extraterrestre del mayor tesoro arquelógico de la humanidad. He aquí una serie de sorprendentes tegumentos en torno a su origen, muchos creíbles otros no tanto.Los 100 mil obreros en la obra empleaban herramientas de hierro, pero Keops blandía una lima de luz intensa, lo que sugiere explícitamente un rayo láser. Keops es el nombre helenizado del primer faraón de la cuarta dinastía, cuyo nombre fue el de Kefu, y que “solía perderse entre las nubes como sumergirse bajo el mar en objetos que zumban”.

Los 4 lados de la gran pirámide de Keops están orientados hacia los cuatro puntos cardinales con una precisión incomprensible. En la zona hay 151 pirámides pequeñas e insignificantes, pero este centenar y medio de enanas edificaciones sí fueron obras ejecutadas por humanos, tan simple como eso. La grandiosa pirámide es la solución en piedra de la cuadratura del círculo.

Si se analiza desde un punto de vista funerario, la gran pirámide es un verdadero elefante blanco. Si se le mira bajo puntos de vista astronómicos resulta ser un avanzado observatorio de alcances sobrehumanos. Un antiguo papiro egipcio, de más de 30 siglos de antigüedad, esgrime una idea perturbadora: “las piedras voladoras como saetas”. Para los egiptólogos se trata del utensilio de la onda, simple y puramente. Para los que defienden el origen extraterrestre de la pirámide, se trata de telequinesia o el movimiento de objetos con el poder de la mente.

Mirando la bóveda celeste desde la entrada principal, incluso durante la mañana se crea una valiosa sombra que amortigua la luz del sol permitiendo ver las estrellas en pleno día. El peso físico de la pirámide de Keops sólo es comparable al gran peso matemático y astronómico que ella ha sabido esconder celosamente durante muchos milenios.

El lado sur de la pirámide es más largo que su lado norte por 20 centímetros, pero eso se debe al efecto de los rayos del Sol, más fuertes por la parte sur, lo que ha dilatado las piedras. La base de la pirámide está formada por un cuadrado matemático perfecto. Esta obra monumental nos seduce tanto que sencillamente parece sobrahumana, saque usted sus conclusiones.

– JUAN CARLOS GARCIA

Fuente:

http://www.elnacional.com.do/app/article.aspx?id=53945