Un silicato hallado en la cauda de Wild-2 sólo se produce en hornos estelares. Pasarán años antes de que los científicos analicen todos los datos recuperados.

22-Abril-06. En qué se parecen las playas de Hawai y la cola de un cometa? La pregunta puede generar respuestas poéticas, cómicas y absurdas, pero desde hace poco más de un mes, investigadores de la NASA tienen una respuesta contundente…los cometas y las playas de Hawai tienen cristales de olivina, un silicato de hierro y magnesio.

¿Y qué tiene de sorprendente que en estos dos lugares tan distintos haya un mineral propio de las rocas basálticas? La respuesta abrió nuevas preguntas a los investigadores de 150 universidades e institutos de estudian el polvo del cometa Wild-2, que el 15 de enero trajo a la Tierra la sonda Stardust.

Y es que los cristales de olivina, que le dan a la arena de Hawai su característico tono verde, sólo se producen a altas temperaturas —por ejemplo, durante la erupción de un volcán—, lo que rompe con la creencia de que los cometas están formados únicamente por nubes de hielo y gas condensado.

“Lo más destacable de las partículas que llegaron a la Tierra es que en ellas encontramos evidencias de fuego y hielo”, comentó en una conferencia en la Universidad de Washington, en Seattle, Donald Brownlee, líder del equipo de investigadores de 150 laboratorios que recibieron las muestras recolectadas por la agencia espacial estadunidense en una misión que duró siete años.

Los cometas son cuerpos aún cubiertos por un halo de misterio para la ciencia. Se sabe que su edad se acerca a la de los planetas del Sistema Solar, es decir que tienen más de 4 mil 600 años de antigüedad y que giran alrededor del Sol en órbitas diferentes a las de los planetas. Se sabe que su camino los lleva a las zonas más frías del sistema.

Los nuevos datos permiten ver que estos objetos, que en el pasado generaron supersticiones y fantasías, tienen una composición química compleja, aparentemente originada durante las etapas de mayor convulsión y calor, en la juventud de nuestra estrella, el Sol.

El material que estudian los científicos fue colectado por Stardust después de cuatro años de viaje que la llevaron detrás del cometa Wild-2. En esa maniobra la sonda sacó, con un mecanismo robotizado, una gelatina llamada aerogel, en la que quedaron capturadas partículas microscópicas que apenas llenarían una cuchara para café.

Dos años después la nave volvió a la Tierra vía una ruta menos compleja que la que siguió para alcanzar al cometa. Tras el aterrizaje, los grupos de análisis han identificado una presencia importante de olivina, además de otras moléculas compuestas con hierro, magnesio, calcio, aluminio y titanio.

“Parece que los cometas son una mezcla de materiales que lo mismo provienen de las altas temperaturas cercanas al Sol que de las heladas periferias de este vecindario de planetas”, apuntó Michael Zolensky, de la Universidad del Sur de California.

Durante los próximos dos años se darán resultados del estudio. Sólo 24 de las muestras cometarias son perceptibles a simple vista; cientos de miles de fragmentos son más delgados que un cabello.

Un nuevo elemento vuelve a unir ciencia y poesía. Además de las similitudes entre el cometa y Hawai, los científicos hallaron una brizna de polvo de cometa con forma de corazón, de metal fundido, igual que el corazón del príncipe que se enamoró de una golondrina, en el clásico de Wilde.

Cristales ardientes

Hasta 150 laboratorios del mundo estudian el polvo de cometa que trajo en enero de este año la nave Stardust, después de una misión de siete años.

El cometa Wild-2 tiene en su interior materiales metálicos y sales que sólo se funden con mucho calor, pero también tiene hielo de zonas muy frías.

La misión costó cerca de 200 millones de dólares y es la primera que trae material extraterrestre desde las visitas a la Luna, en los años 60 y 70.

La olivina hallada por la misión es un silicato de hierro, magnesio y otros elementos. La muestra de Stardust es sobre todo magnesio. El polvo de Wild-2 incluye minerales de alta temperatura ricos en calcio, aluminio y titanio.

Fuente:

http://www.milenio.com/mexico/milenio/nota.asp?id=74079