OSEP CORBELLA – 17/04/2006
BARCELONA

Un equipo internacional de investigadores dirigidos por el español Manel Esteller ha descubierto una avería en el funcionamiento de los genes que origina un elevado número de cánceres.El beneficio más inmediato del descubrimiento es que ayudará a mejorar el tratamiento de algunos pacientes con cáncer de colon, estómago o útero. Para ello se analizarán genéticamente los tumores para seleccionar el tratamiento de quimioterapia óptimo para cada paciente.

Pero el beneficio más importante a largo plazo es que “abre todo un nuevo campo de investigación para identificar este tipo de alteración genética en otros cánceres”, declara Esteller, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). En la investigación han participado también científicos de Francia, Dinamarca, Finlandia y Japón. En España, además del CNIO, ha participado un grupo del hospital Vall d´Hebron.

El trabajo se ha basado en analizar genéticamente muestras de células procedentes de tumores humanos. Los análisis han revelado que entre un 5% y un 10% de los cánceres digestivos y de útero tienen mutado el gen de la proteína HDAC2. Esta proteína – y este es el punto clave de la investigación- controla la actividad de miles de genes.

Cuando la proteína HDAC2 funciona correctamente, y si otras proteínas emparentadas también funcionan correctamente, los genes que dependen de ella se activan y se desactivan cuando deben. Pero cuando HDAC2 está adulterada por una mutación, algunos de los genes se activan de manera caótica.

Las mutaciones genéticas relacionadas con el cáncer identificadas anteriormente afectaban a los llamados oncogenes y genes supresores. Los primeros actúan como aceleradores que impulsan a las células a multiplicarse a toda velocidad. Los segundos actúan como frenos y, cuando están averiados, también pueden llevar a una proliferación celular descontrolada.

Pero la investigación dirigida por Esteller, presentada ayer en la edición electrónica de la revista Nature Genetics,ha identificado un tipo de mutación completamente nuevo. Se trata de la primera investigación que describe una mutación cancerígena en un gen que controla cuándo se activan y se desactivan miles de genes.

90% de los cánceres

La mutación de HDAC2 se ha identificado en un subgrupo de cánceres en los que fracasan los mecanismos naturales de reparación del ADN de las células. Esta es la razón por la que la mutación se ha observado en cánceres gastrointestinales y de útero, ya que son tejidos en los que las células se renuevan con frecuencia y por lo tanto es más probable que se acumulen errores en el ADN. Pero en el 90% de los cánceres de pulmón, mama, próstata y colon fallan mecanismos que controlan cuándo se activan y se desactivan los genes – los llamados mecanismos epigenéticos-, por lo que Esteller prevé que en los próximos meses y años se descubrirán más alteraciones genéticas como la de HDAC2.

“Nos falta aún bastante para comprender bien qué pasa a nivel genético en el cáncer”, reconoce Esteller. “Por ejemplo, sólo podemos explicar un 25% de los casos hereditarios de cáncer de colon. En los otros no sabemos exactamente qué ocurre. Y es muy posible que la clave esté en mecanismos epigenéticos”.

Fuente:

http://www.lavanguardia.es/web/20060417/51244428862.html