Existe en nuestro entorno social inmediato la medicina oficial, también conocida como alopática, y otras prácticas terapéuticas que han recibido la adjetivación de alternativas, complementarias, naturales u holísticas, todas ellas encaminadas a describir toda una amalgama de técnicas o remedios, desde la fitoterapia, las formas de nutrición, las practicas manuales (reflejoterapias, masajes, quiropraxia, osteopatía, etcétera) hasta la homeopatía.Las terapias naturales parten de juicios filosóficos particulares, cuando no de nociones empíricas, que por serlo no menoscaban la efectividad de su práctica. Pueden ser entendidas como terapias blandas e inocuas cuando son ejercidas con competencia, basadas en una concepción integral del ser humano como parte y compendio de la naturaleza.

Más de dos millones de personas en Catalunya han utilizado, en algún momento de su vida, las terapias naturales, es decir, prácticamente un tercio de la población catalana.

No vamos a realizar fáciles extrapolaciones para con el resto del territorio en España, pero si nos atenemos a lo que ocurre en otros países de la Unión Europea, donde además hay hospitales públicos que practican este tipo de terapias, lejos de disminuir su aceptación por parte de la población, más bien hay una creciente demanda. Un estudio observacional del Consejo General del Colegio de Farmacéuticos de España constataba que en el año 2003, el 75% de las farmacias españolas dispensaban medicamentos homeopáticos.

COMO REFERENCIA EVOLUTIVA tomaremos el caso concreto de Barcelona. A mediados de los años ochenta, en la Ciudad Condal oficialmente sólo había dos farmacias que dispensaran medicamentos homeopáticos, y sólo existían tres laboratorios que distribuyeran estos productos. En el 2005, no sólo casi todas las farmacias dispensaban homeopatía, sino que además hay farmacias especializadas que tienen casi todos estos productos, productos que pertenecen a 16 laboratorios homeopáticos, según consta en la Agencia Española del Medicamento. Y no es por capricho que las farmacias dispensen estos productos. Atienden una demanda social. Una demanda que en el 2005 ha representado en el mercado homeopático una facturación de poco más de 45 millones de euros en España, lo que representa un 0,5% del mercado farmacéutico español. Pero aún estamos lejos de las cifras de otros países europeos. En Francia se han facturado 300 millones de euros en el 2003, y en Alemania, 200 millones de euros.

No sólo estamos lejos de otros países europeos por el volumen de ventas. A nivel legislativo también estamos lejos, pues aún hay lagunas que sólo favorecen la desconfianza y el intrusismo que los propios profesionales son los primeros interesados en erradicar. Portugal es uno de los últimos países en avanzar legalmente. El año pasado aprobó una leypara regular la acupuntura, homeopatía, osteopatía, naturopatía, fitoterapia yquiropraxia. Otros países de referencia son Francia, Alemania, Gran Bretaña o incluso Irlanda.

Cada vez hayun mayor interés entre los profesionales por este tipo de formación yen consecuencia cada vez más países regulan estos conocimientos para garantizar las condiciones de práctica, rigor yresponsabilidad en defensa de la salud pública. Ello da lugar a la superación de recelos ypermite observar integraciones de estas prácticas en los sistemas de salud ysu coexistencia al lado de la medicina alopática. Así, según la Conselleria de Salut, en Catalunya hay unos 6.000 profesionales de las distintas terapias naturales en activo, de los cuales unos 3.500 se encuentran agrupados a través de 20 organizaciones en Tenacat (Federació d´Associacions de Professionals de Teràpies Naturals de Catalunya). Y en el Col · legi de Metges de Barcelona hayinscritos, según datos del presente año, 240 médicos homeópatas, 282 médicos acupuntores y 103 médicos naturistas.

En cualquier caso, la Unión Europea tiene muyclaro la necesidad de regular todos estos temas. La UE ha dictado unas normativas sobre las terapias naturales: la directiva 2001/ 83/ CE, del Parlamento Europeo ydel Consejo, de 6 de noviembre del 2001, que establece un código relativo a los medicamentos homeopáticos, ysu dispensación al público. La Comisión Europea abrió entre 1994 y 1996 dos líneas de presupuestos para investigación científica vinculada a las terapias naturales. El Parlamento Europeo aprobó en marzo de 1997 el informe Paul Lannoye, en el que se recomienda a los estados miembros su regulación yarmonización. En este sentido, la Conselleria de Salut de la Generalitat de Catalunya ha elaborado un decreto que regula la actividad profesional del sector, sus competencias ysu formación. En otros aspectos, al igual que sucede en Alemania o Gran Bretaña, en I+ D se abren vías de investigación a través de la prueba piloto que la Conselleria de Salut ha propuesto realizar en la unidad de terapias naturales del hospital de Mataró. En dicho centro se evaluarán la calidad yefectividad de los resultados en el dolor de espalda crónico ylos efectos paliativos en enfermos oncológicos utilizando homeopatía, acupuntura yterapias manuales.

LA CULTURA DE UN PAÍS también se mide por el nivel de salud de sus ciudadanos. La existencia de diversas formas de entender al ser humano, el carácter con que se aborda su situación de salud, la enfermedad, su diagnóstico y, consecuentemente, su tratamiento, responde a la relación de éste con su entorno inmediato ycon diversas tradiciones yculturas en las que se encuentra inmerso. Este hecho condiciona los criterios respecto a las opciones médicas o terapéuticas ysus expectativas. Más aún, en este mestizaje de la aldea global sociopolítica ycultural a la que nos vemos abocados en nuestro tiempo, el área de la salud, como la ciudadanía demuestra, no es ni será una excepción a esta forma de entender la realidad: globalidad ymestizaje. Eso es precisamente lo que dicta el espíritu del tiempo desde una perspectiva ética.

Fuente:
http://www.lavanguardia.es/web/20060319/51238038309.html