Jerry Ross, coronel de la fuerza aérea de Estados Unidos y nativo de Indiana, inició su presentación con la precisión de un reloj, reconociendo lo afortunado que es en conocer el mundo desde el espacio. Y fue precisamente allá donde tomó su primera fotografía de Panamá con la idea de conocerla mejor.Ayer Ross estuvo en la Ciudad del Saber, como expositor. Allí describió la experiencia del despegue en un cohete a los más de 500 asistentes, entre ellos algunos niños. “La propulsión del transbordador se siente como una patada en los pantalones”, indicó.

Y para aquellos que se preguntaban lo que la gravedad le hace al cuerpo, añadió: “cuando estás en cero gravedad, tu columna vertebral se extiende, por lo que es difícil que los astronautas entren de nuevo en sus vestidos espaciales al retornar a la Tierra”. Mientras hablaba, señalaba el vídeo de su más reciente vuelo en el Atlantis STS-110 en 2002.

Como si ver el amanecer cada 90 minutos desde allá arriba no fuera ya un privilegio, este científico puede listar entre sus logros convertirse en el primer humano en ser “lanzado” siete veces al espacio, tener el récord de paseos espaciales para EU y viajar más de mil 393 horas en el espacio.

No está jubilado, pero en estos días se dedica a entrenar astronautas sobre cómo “caminar en el espacio”.

Actualmente unas 60 personas hacen fila en la NASA para montarse en un cohete por primera vez. Según Ross tienen que apurarse porque el programa actual de transporte espacial por transbordador finaliza en 2010. ¿Por qué?

Luego de la tragedia del Columbia en 2003, la NASA decidió limitar los vuelos en transbordadores reutilizables. En los próximos cuatro años solo despegarán 20 misiones más, hasta declarar definitivamente operativa la Estación Espacial Internacional.

“El transbordador espacial fue una invención maravillosa, pero no cuenta con un plan alterno de seguridad para la supervivencia de la tripulación cuando hay problemas”, explicó Ross, quien en 26 años como astronauta, ha perdido a 14 compañeros.

Ross también dirige la oficina de pruebas de integración de vehículos, donde diseñan los modelos de la aviación espacial futura. Allí, los modelos que se idean se asemejan a lo que llamamos ciencia ficción: cápsulas que transportan de tres a seis pasajeros a mundos desconocidos. Incluso han diseñado una especie de maletín propulsor que los astronautas cargan en su espalda para evitar caer al vacío espacial en caso de que la manguera que los mantiene unidos a la nave se desenganche.

El astronauta estadounidense habló por una hora aproximadamente y, como era de esperarse, tras la presentación, una lluvia de preguntas surgió del auditorio, entre ellas la relacionada con la vida extraterrestre. “Creo que esa es una de las motivaciones principales en el humano para descubrir el espacio”, dijo, y agregó: “hemos encontrado otras locaciones en el universo donde hay agua, que hasta donde la ciencia actual entiende, es el elemento necesario para la vida, así que la posibilidad existe”.

NASA prevé retornar a la Luna en 2018, pero según Ross faltan unos 30 años para que alguna persona pueda llevar sus maletas a una colonia allí o en Marte. Dijo que el vuelo espacial comercial es una aventura arriesgada por la que él no pagaría, pero aplaude el apoyo que provee a la exploración espacial.

PERFIL

DATOS: Jerry Ross nació en 1948 en Indiana. Está casado con Karen Pearson, quien dirige la preparación de comidas “espaciales” de NASA. Su hija también es ingeniera mecánica y diseña los vestidos de los astronautas.

EDUCACIÓN: Recibió una maestría en Ingeniería Mecánica de la Universidad de Purdue en 1972.

RÉCORD: Ha registrado más de 3 mil 900 horas de vuelo aéreo.

Fuente:

http://www.prensa.com/hoy/panorama/534205.html