Nueva York. (EFE).- A finales de enero, Hemant Mehta, un joven estudiante de 23 años, puso un inusual aviso en la página web de subastas de eBay. En ella Mehta, estadounidense que estudia para ser profesor de Matemáticas en la Universidad DePaul, en Chicago, se confesaba ateo y ofrecía su alma para ser salvada por el mejor postor. El que pagara la mayor cantidad de dinero recibiría de parte del joven el compromiso de asistir una hora por cada diez dólares pagados a una iglesia a elección del “comprador”.Aunque Mehta aseguraba ser ateo, señalaba en su oferta que “tal vez el estar cerca de un grupo de personas que me enseñen el camino podrá hacer lo que hasta ahora nada ha podido hacer”. Pese a lo descabellado de la propuesta, Mehta recibió 41 ofertas, algunas de pastores evangélicos y otras de ateos que deseaban mantener al muchacho lejos del alcance de la fe.

El 3 de febrero se cerró la puja y el ganador fue Jim Henderson, un ex pastor de Seattle que pagó 504 dólares por tener la oportunidad de salvar el alma de Mehta. Tras un encuentro cerca de la casa del joven, ambos llegaron a un acuerdo algo distinto al original, según publica hoy el periódico ‘The Wall Street Journal’. En el trato, Henderson no le pidió a Mehta que visite durante 50 horas una congregación, a lo que le daban derecho sus 504 dólares, sino que asista a varios servicios religiosos en distintas iglesias y que elabore un especie de “crítica” de cada servicio.

Mehta, por su parte, solicitó a Henderson que done el dinero a una organización que dirige, la Alianza Seglar de Estudiantes. Según cuenta el periódico, Henderson pertenece a una corriente liberal de evangélicos que no ve con buenos ojos muchos de los postulados morales más conservadores, generalmente asociados a la religión cristiana en Estados Unidos. Mehta ya ha cumplido con casi la mitad de su compromiso y sus comentarios sobre las iglesias que ha visitado se han publicado en un blog que mantiene junto a Henderson.

El joven ha criticado a algunos pastores por insistir en la conversión de la congregación, al considerar que los que están en la iglesia ya han sido tocados por la fe. Asimismo, criticó a una iglesia que pedía a sus feligreses orar por el buen desarrollo de las obras de construcción de una nueva planta de estacionamientos. “¿De verdad eso es por lo que hay que rezar?” se pregunta Mehta, y agrega, “¿De verdad debo creer que Dios cambiará las restricciones de los estacionamientos?” Aunque el joven se mantiene tan lejos de creer como al principio, el ‘Wall Street Journal’ señala que al menos admite que las iglesias “no son un mal lugar”.