Dan Bown no se prodiga mucho en público, pero su cita en Londres era demasiado importante como para eludirla. El autor de la exitosa novela El código Da Vinci, traducida a cuarenta y cuatro idiomas y de la que se han vendido más de cuarenta millones de copias, compareció ayer en el Tribunal Superior de Justicia, en Londres, acusado de plagio.No es el primer escritor que se encuentra en similar tesitura, pero el éxito de su best seller da una dimensión especial al proceso y hace que la sentencia pueda ser una referencia fundamental sobre los derechos de autor, y también que acabe estableciendo nuevos límites para los autores que se inspiran en obras de ficción o investigación anteriores. La defensa de Dan Brown y sus editores de Random House se basa en afirmar que estaríamos ante una práctica literaria habitual perpetuada por numerosos autores a lo largo de los siglos.

En el banquillo de la acusación figuran Michael Baigent y Richard Leigh, coautores de El enigma sagrado (Holy blood, Holy grail,1982), cuya obra anticipa la tesis central de El código Da Vinci,denunciada como absurda por la Iglesia católica: es decir, que Jesucristo habría logrado sobrevivir a la crucifixión, que se casó con María Magdalena y tuvo un hijo cuya descendencia ha continuado hasta la actualidad, lo que constituiría un gran secreto guardado con la complicidad de la orden de los Templarios.

De acuerdo con la teoría de Leigh y Baigent, que ayer formularon la acusación de plagio en la High Court de Londres, los herederos de Jesús se casaron con reyes franceses y en la actualidad existe una sociedad secreta en Francia que, en una conspiración global, pretende reponer ese linaje no tan sólo en el país galo, sino también en otras naciones europeas.

El hipotético éxito de la demanda podría bloquear nuevas ediciones de El código Da Vinci y también el estreno de la película basada en la novela, previsto para el 19 de mayo y que tiene como protagonistas a Tom Hanks e Ian McKellen. En medios editoriales ingleses no se descarta que la acusación busque un acuerdo extrajudicial sobre la base de una compensación económica.

Dan Brown, con una fortuna estimada en más de trescientos millones de euros, no habló ni ante los periodistas ni en el tribunal a pesar de la enorme expectación generada por su presencia en Londres. En anteriores declaraciones a través de sus agentes ha sostenido que la obra de investigación de Baigent y Leigh “no fue crucial, ni tan siquiera importante” para la creación de su monumental best seller, que lo ha hecho multimillonario y que ha suscitado incluso un renovado interés turístico por los templos y otros escenarios de Londres, París y Escocia donde se desarrolla la trama de la novela.

John Baldwing, representante legal de la editorial Random House, señaló que las acusaciones de plagio “son demasiado generales y no están protegidas por los derechos de autor”, y que la teoría de que Jesús y María Magdalena se casaron y tuvieron hijos ni siquiera es una información exclusiva de la obra El enigma sagrado.

Una de las curiosidades del caso que ahora se dirime en Londres – la vista podría prolongarse por espacio de un par de semanas- es que la editorial Random House ha publicado tanto El enigma sagrado como El código Da Vinci,y se ve en la tesitura de defenderse de dos autores que ha patrocinado.

Fuente:

http://www.lavanguardia.es/web/20060228/51235588850.html