Los científicos celebran otro importantísimo hito en Cerro Paranal, Chile, hogar del conjunto Telescopio Muy Grande de ESO. Gracias a sus denodados esfuerzos pudieron crear la primera estrella artificial en el hemisferio sur, lo que permitirá a los astrónomos estudiar el universo con un finísimo detalle. Esta estrella guía láser artificial hace posible la aplicación del los sistemas de óptica adaptativa, que corrigen el efecto de borrosidad de la atmósfera, en casi todas las direcciones del cielo.El 28 de enero de 2006, a las 23:07 hora local, un haz láser de varios vatios fue emitido desde Yepun, la cuarta Unidad Telescopio (UT) de 8,2 metros del Telescopio Muy Grande (VLT), produciendo una estrella artificial a 90 km de altura en la atmósfera. A pesar de que esta estrella es aproximadamente 20 veces menos luminosa que la estrella más tenue visible a simple vista, es lo suficientemente brillante como para que la óptica adaptativa mida y corrija el efecto de borrosidad de la atmósfera. El evento fue saludado con mucho entusiasmo y felicidad por las personas que se encontraban en la sala de control de una de las más avanzadas instalaciones astronómicas del mundo.

Fue la culminación de cinco años de trabajo conjunto de un equipo de científicos e ingenieros de ESO y de los institutos Max Planck de Física Extraterrestre en Garching y de Astronomía en Heidelberg, Alemania.

Luego de más de un mes de integración en el lugar, con el apoyo invalorable de la plantilla del Observatorio de Paranal, la Instalación Estrella Guía Láser del VLT vio su Primera Luz y propagó a través del cielo un haz vívido, hermosamente coloreado de amarillo, de 50 cm de diámetro.

“El evento de esta noche marca el comienzo de la era de la Óptica Adaptativa de Estrella Guía Láser para los telescopios presentes y futuros de ESO”, dijo Domenico Bonaccini Calia, jefe del grupo Estrella Guía Láser y Director del Proyecto LGSF.

Normalmente, la nitidez de imagen disponible para un telescopio con base en tierra está limitada por el efecto de la turbulencia atmosférica. Este inconveniente puede ser superado con la óptica adaptativa, lo que permite a los telescopios producir imágenes que son tan nítidas como las tomadas en el espacio. Esto significa que pueden ser estudiados los detalles más delicados de los objetos astronómicos, y también que pueden ser observados objetos menos luminosos.

Para poder realizar su trabajo, la óptica adaptativa necesita una estrella cercana de referencia que sea relativamente brillante, lo que por lo tanto limita el área del cielo que puede ser estudiada. Para superar esta limitación, los astrónomos utilizan un poderoso láser que crea una estrella artificial donde y cuando la necesitan.

El haz láser, que brilla en una longitud de onda bien definida, hace que se ilumine la capa de átomos de sodio que se encuentra a 90 km de altitud en la atmósfera terrestre. El láser está alojado en un laboratorio específico debajo de la plataforma de Yepun. Una fibra especialmente construida transporta el láser de alta potencia hacia el telescopio de emisión situado en la parte superior de la gran Unidad Telescopio.

Una docena de días intensos y emocionantes siguió a la Primera Luz de la Estrella Guía Láser (LGS), durante la cual la LGS fue utilizada para mejorar la resolución de las imágenes astronómicas obtenidas con los dos instrumentos de óptica adaptativa que están en uso en Yepun: la cámara NAOS-CONICA y el espectrógrafo SINFONI.

En las primeras horas del 9 de febrero, se pudo utilizar a LGS con el instrumento SINFONI, mientras que en la madrugada del 10 de febrero, se la utilizó con el sistema NAOS-CONICA.

“El haber tenido éxito en un lapso tan corto representa un logro notable, y es un tributo a todos aquellos que han trabajado juntos con tanta fuerza a lo largo de los últimos años”, dijo Richard Davies, director de proyecto para el desarrollo de la fuente láser en el Instituto Max Planck de Física Extraterrestre.

Una segunda fase de la puesta en marcha tendrá lugar en la primavera (boreal) con la meta de optimizar las operaciones y refinar los comportamientos antes de que el instrumento esté disponible para los astrónomos, a fines de este año. La experiencia ganada con esta Estrella Guía Láser marca también un hito clave para el diseño de la próxima generación de telescopios extremadamente grandes, en el rango de 30 a 60 metros, que están ahora bajo estudio de ESO conjuntamente con la comunidad astronómica europea.

– NOTAS –

La Instalación Estrella Guía Láser es un proyecto de colaboración entre ESO, el Instituto Max Planck de Física Extraterrestre en Garching, Alemania (MPE) y el Instituto Max Planck de Astronomía en Heidelberg, Alemania (MPIA). Los miembros del equipo son D. Bonaccini Calia, W. Hackenberg, M. Cullum, M. Dimmler, I. Guidolin, C. Araujo, E. Allaert, D. Popovic, M. Comin, M. Quattri, E. Brunetto, F. Koch, A. Silber, J-L. Alvarez, M. Tapia, E. Bendek, J. Quentin, G. Fischer, M. Tarenghi, G.Monnet, y R.Gilmozzi (ESO), R. Davies, S. Rabien, T. Ott, R. Genzel, S.Kellner, S. Huber, W. Zaglauer, A. Goldbrunner, y J. Li (MPE), y S. Hippler, U. Neumann, D. Butler, R.-R. Rohloff, y B.Grimm (MPIA). Algunos miembros del equipo de Óptica Adaptativa de ESO también participaron en la Primera Luz: M. Kasper, S. Stroebele, E. Fedrigo, R. Donaldson, S. Oberti, y C. Soenke.

Este informe de prensa es publicado en coordinación entre ESO y la Sociedad Max Plank.

Fuente:

http://www.astroseti.org/vernew.php?codigo=1983