Penn y Teller son dos maravillosos magos estadounidenses que trabajan en actos de ilusionismo, sus actos son asombrosos y su dinámica es muy jocosa, sus caracterizaciones son un tanto acorde a la complexión de cada uno, uno de ellos es un alto y robusto parlanchín con una cola de caballo que no para de decir abiertamente su opinión, el otro es una persona de baja estatura que hace la característica de un mudo, tal vez se puedan definir como una especie de Marx Brothers Half, o sea, solo Graucho y Harpo, bueno hago este comentario, que tal vez no se entienda, porque también son, lo que podríamos catalogar como unos “intelectuales de la cultura pop estadounidense”, válgame la ridícula expresión, bueno, como muchos sabrán, tienen un programa titulado “Bullshit!” que al parecer su traducción a nuestro idioma, o mejor dicho, al idioma hispanoamericano, seria “!Pendejadas¡”, o en castellano: “!Gilipolleses¡” . El programa es una critica ácida a las creencias de nuestra cultura o los conceptos culturales tomados como ciertos, que tenemos de determinado fenómeno social o cultural como: Las abduciones, la Biblia, el reciclaje, las drogas, el new age, etc. El programa se me hace muy interesante y me ha abierto los ojos sobre conceptos errados que yo tenía, su dinámica, aunque fuerte, no se me hace mala, por lo menos a mí, me gusta que me traten como adulto y no con una extrema consideración, y es muy sano mentalmente decirle a las cosas por su nombre, aunque, también me gusta el estilo de las personas que tienen una paciencia infinita y son considerados con las demás al señalarles sus errores de credulidad, a mi me parece, que las pacientes explicaciones que les dan a las personas crédulas es una verdadera muestra de inteligencia superior, o sea, cualquier método que se use para señalar las vicios de la credulidad se me hace, más que valido, loable

Sin embargo en ese afán de denunciar los males de la credulidad, no se debe caer en lo que se critica, o sea; no se debe de usar la información sesgada, la lógica errada o las verdades a medias y muchas veces el programa de Penn & Teller lo hace.

En un reciente programa que vi, esto fue bastante evidente, el programa en cuestión era una critica a la falacia o el supuesto embuste de los defensores de la política de control de armas, según Penn & Teller, esto era sencillamente una pendejada, y tal vez si lo sea, pero no por la falsa lógica que utilizaron, ni por la errónea conclusión del porque debe el pueblo estadounidense seguir gozando una autonomía en la adquisición y tenencia de las armas de fuego.

Bueno, en primer lugar, cuando se examina la critica a una opinión se debe de tantear si uno lo hace porque “cree” en esa política o se tiene una motivación sentimental para apoyarla, por ejemplo, por medio de un trabajo periodístico me entere de la falacia de los alimentos orgánicos, o sea, aquellas frutas y verduras que se cultivan sin ningún producto químico, ni insecticidas ni abonos químicos, en granjas especialistas en ello y que por supuesto son carísimos, y cuyo mito consiste en que son mejores para la salud, embuste que es fácilmente demostrable al reconocer que nadie ha muerto por envenenamiento de químicos en verduras, pero, si por verduras contaminadas por los muy naturales microbios patógenos los cuales son mucho más fáciles de que se encuentren en las verduras de los cultivos orgánicos, dado que usan abono natural (estiércol), el cual, su proceso de descontaminación es muy tedioso y con pocas probabilidades que alguien lo efectué. Cuando le comente esta información a mi hermano me dijo muy molesto “yo no creo que sean peores los cultivos orgánicos que los que usan producto químicos”. Al percibir la intensidad de su frustración preferí no debatirle el punto, después me entere que él compraba un café orgánico carísimo que producen las comunidades de indígenas chiapanecos, supongo que como ayuda a la comunidad es buena, pero como un hecho de que el cultivo orgánico es mejor que el industrial, es, por lo menos dudoso, pero, lo que me di cuenta es que eran sus sentimientos lo que le hacían defender este mito, no su racionalidad, en este sentido, examine primero si la critica de Penn & Teller al control de armas me era chocante y si ello me orillo a detectar errores metodológicos en su critica que a la mejor eran inexistentes, pero haciendo un auto análisis, en realidad, me di cuenta que, en la medida de lo que es humanamente posible hacerlo, pude hacer a un lado mi animadversión contra las armas o lo que pudo influir la tesis del filme de Bowling for Columbine de Michael Moore, y efectivamente me percate de varias falacias que utilizaban en el programa para demostrar su tesis.

Por ejemplo, en contra de la afirmación de los postuladores del control de armas que señalan que muchos niños pequeños son muertos por armas en el hogar, Penn & Teller afirmaban que este porcentaje es tan pequeño, que es insignificante, lo cual me llego a preguntar, ¿Qué porcentaje debería serlo para ser trascendente?¿Las investigaciones sobre el sida deben de dejar de gastar dinero? Ya que el porcentaje de muertes por este mal son estadísticamente muy inferiores a las muertes por desnutrición. Incluso presentaron a un comediante judío que afirmaba que el control de armas era una estupidez ya que se basaba en esta estadística, y como antitesis decía que se deberían prohibir las sillas o los autos, dado que ellos causaban más muertes de menores. Me pregunto si este cómico se sienta en una magnun 357 o si va a su trabajo montado en una AK 47, las armas solo sirven para matar, y en esa lógica muchos niños son muertos. Me gustaría preguntarle, a ese comediante, si no deberíamos de olvidar el holocausto judío, dado que solo fue el ridículo 0.0015% de la población mundial la que fue asesinada. Las estadísticas no nos indican lo que es moralmente aceptable, ese, es un uso faccioso de ellas.

Otra afirmación tramposa por parte de Penn & Teller fue presentar, sin ningún sustento, que el control de armas no pudo haber evitado tragedias como la de columbine y como un hecho que el portar armas evitaba el ser asesinado por un delincuente y presentaron el drama de una mujer que por la “estúpida” ley que la obligaba a dejar su arma en el auto no pudo defender a sus padres de ser asesinados por un delincuente en un restaurante, pero solo un caso, ninguna estadística que demostrara cuantos asesinatos habían sido evitados porque la posibles victimas estaban armadas, y eso muy posiblemente se deba, no a que es una estadística que nadie ha sacado, sino, porque eso no ha pasado. O si vamos a tratar con estadísticas convenientes, el de ser asesinado por un delincuente en un restaurante es prácticamente cero.

Otra media verdad o de plano mentira fue presentar a un delincuente, que decía, en la clásica toma donde su rostro esta en la penumbra y su voz es cambiada electrónicamente, que los delincuentes se alegraban con las leyes de control de armas, dado que ellos, no conseguían las armas legalmente, sino en forma delictiva, y el control armas dejaba a los ciudadanos, sus supuestos némesis, en desventaja con respecto a ellos. Es lamentable que se usen estas fantasías cuando se trata de desmitificar una teoría, cuando la casa de alguien es asaltada, van a pasar dos cosas, en el gran porcentaje de los casos, esa persona no va a estar en la casa, por eso es elegible para ser robada, y en el caso de que esté, ni tiempo tendrá de tomar su arma por las obvias medidas de seguridad que deba guardarse para evitar que otro miembro de la familia la tome, si algo es ridículo pensar, es que la peligrosidad de tener una arma en la casa, lo va a compensar los supuestos beneficios de estar mejor armado que un delincuente. Los delincuentes y los expertos en seguridad saben que las armas están lejos de proporcionar protección y solo es un rie
sgo para la familia, y lo voy a explicar con una anécdota, como es el estilo de Pen & Teller. Hace bastantes años la casa de mi hermana fue asaltada, cuando ella y su familia regresaron de unas vacaciones de fin de semana se encontraron que sus muebles habían sido sustraídos, el matrimonio que cuidaba y hacia la limpieza les informaron que habían sido asaltados y que ellos habían sido atados por los delincuentes, y los muebles y bienes sustraídos, el final de este caso, para abreviar, es que los delincuentes resultaron ser el matrimonio que ayudaba a la familia de mi hermana, como sucede en la mayoría de los casos de asalto, como los otros dos que conozco, el temor y la inseguridad se apoderan del jefe de la familia, y mi cuñado, como hace la mayoría de las personas que sufren un atraco, se consiguió una arma, y la guardo en la parte más alta del closet, mi sobrino, que en ese tiempo era un niño de 5 años, y que por cierto tiene la marca del Guinness World Records en más accidentes infantiles casi mortales, escalo hasta ese lugar y tomo el arma, salió con ella y la acciono, la bala pego en el techo, pero su pequeña hermana estaba justo enfrente de él, fue verdaderamente fortuito que no la matara. Mi hermana completamente histérica le pidió a su esposo que se llevara el arma y que nunca la trajera de vuelta, esto eventualmente los llevo al divorcio, por el recurrente histerismo de mi hermana no por el incidente con el arma, perdón, fue un chiste, pero el punto es ese, los otros dos casos que conozco de asalto, paso lo mismo, el trauma de la familia se refleja en una total impotencia e inseguridad, pero el consejo de los expertos es; “no compres un arma, consigue un perro guardián”, y esta recomendación lo confirmo, en un asalto que sufrió una familia, ¡Por el propio delincuente! “Es a lo único que le tenemos miedo” le dijo antes de despedirse, y efectivamente las dos familias compraron unos impresionantes perros Budweiser, perdón, Rottweiler, y viven tranquilos, y tienen la ventaja de que sus hijos juegan con estas efectivas armas de defensa, son incorruptibles, trabajan las 24 horas del día, y el único inconveniente es la enorme hueva de cuidarlos, pero los beneficios en su propia seguridad son reales. Con respecto al mito de que se entretienen con un pedazo de carne, como sale en las películas, es que los asaltantes nunca llevan filetes en sus bolsas traseras del pantalón. Y si desgraciadamente no hay espacio, para un perro, en el minúsculo hábitat donde reside, quédele el consuelo que su hogar no es electivo para un atraco. En el caso mexicano que los asaltos son en plena calle, sabemos por la propia experiencia, de más de unos cientos, que lo que salva la vida e incluso un daño, es estar flojitos y cooperando.

En la parte final del programa de Penn & Teller hay un consejo moralizante, en el caso de la critica a la política de control de armas, el epilogo era un discurso sobre el derecho constitucional estadounidense de que el pueblo debe estar armado para tener la posibilidad de derrocar al gobierno si este se vuelve un tirano. Es la segunda enmienda constitucional de Estados Unidos: “…el derecho del pueblo para guardar y portar armas no podrá ser infringido”. Me pregunto, en el mundo de las ideas pendejas, si la razón de esta enmienda, dada la evidente situación actual, deberá catalogarse entre las ideas bizarras que creen los estadounidenses, de los cuales el 90 por ciento de ellos no cree en la teoría de la evolución que formuló Darwin; 29 por ciento cree haber tenido contacto con ovnis; 48 por ciento piensa que los ovnis existen (Newsweek, 8.7.96); 17 por ciento cree que seres de otros planetas han abducido a seres humanos, 13 por ciento que han tenido contacto con miembros del gobierno (Time 23.6.97) y 12 por ciento cree que Juana de Arco fue esposa de Noé (Harper’s, 2.97) (La Jornada).

Por ultimo, la mayoría de las veces Penn & Teller le piden al auditorio que no le haga el juego a las personas que hacen negocio con un mito, de los cuales van, desde los que venden aparatos milagros para hacer ejercicio y que te forme un trasero bonito, pasando por los que hacen del conservacionismo un negocio, hasta los psicólogos que implantan ideas a los supuestos aducidos y viven de ellos. Alejándonos de la también pendeja patraña de la teoría de la conspiración, y en la lógica de sus consejos ¿Por qué no recomendaron, al pueblo estadounidense, no hacerle el juego a los fabricantes de armas?.