Imaginen un mundo donde siempre es de noche. Donde el Sol está tan lejos que apenas brilla más que otras estrellas en el cielo. Donde la temperatura es tan baja que hasta la atmósfera se congela en invierno. Y donde el año dura dos siglos y medio: 249 años terrestres.

Este mundo existe. Es Plutón, el destino de la nave no tripulada New Horizons que la NASA tiene previsto lanzar hoy a las 19.24 (hora española) desde Cabo Cañaveral. Va a ser “la primera misión al último planeta”, ha declarado Hal Weaver, científico del proyecto, a Spaceflight Now.El pequeño Plutón, el planeta hóbbit, con sus escasos 2.400 kilómetros de diámetro, es el único mundo aún inexplorado del sistema solar. “Vamos adonde ninguna otra misión ha ido antes, es un verdadero viaje de exploración y descubrimiento”, añade Weaver. Allí los científicos esperan descubrir no sólo cómo son la superficie y la atmósfera de Plutón y cómo es su luna Caronte, sino algunos de las incógnitas no despejadas sobre el origen del sistema solar.

En la época de las primeras misiones de exploración a los planetas exteriores, en los años setenta, Plutón se consideraba un objetivo menor y un destino difícil de alcanzar. Con su tamaño de pigmeo en una región de planetas gigantes y su órbita inclinada y excéntrica, era un paria entre los planetas. Pero a raíz del descubrimiento del anillo de Kuiper, una estructura con forma de rosquilla que alberga millones de astros helados en la periferia del sistema solar, entre ellos Plutón y algunos incluso mayores, “el paria se ha convertido en la norma”, ha declarado Alan Stern, director científico de la misión.

Estos astros helados, que se han conservado prácticamente intactos en el frío extremo del espacio profundo desde el origen del sistema solar, están compuestos con los mismos materiales con los que se formaron el Sol y los planetas interiores hace más de 4.000 millones de años. De modo que “no sólo es un viaje de 4.000 millones de millas de distancia sino también de 4.000 millones de años en el tiempo”, afirma Stern. En los setenta, “no éramos conscientes de lo mucho que Plutón puede enseñarnos sobre el origen del sistema solar”.

Si la nave New Horizons despega hoy tal como está previsto, los científicos deberán esperar aún más de nueve años para descubrir los secretos de Plutón y Caronte. Escapará de la gravedad terrestre a 60.000 kilómetros por hora – lo que la convertirá en la nave más rápida que sale de la Tierra en la historia de la exploración espacial-, dejará atrás la órbita de la Luna nueve horas después del lanzamiento y se plantará en Júpiter en 13 meses. Al pasar junto al planeta gigante, aprovechará su gravedad para catapultarse y acelerar hasta los 75.000 kilómetros por hora. Pero incluso a esta velocidad, no llegará a Plutón hasta el 14 de julio del 2015.

El encuentro con el planeta será breve. Incapaz de situarse en órbita alrededor del planeta – ya que para ser atrapada por la débil gravedad de Plutón, equivalente a un 6% de la terrestre, debería ir mucho más lenta y el viaje se prolongaría varias décadas-, New Horizons sobrevolará Plutón a 52.000 km/ h y continuará su viaje hacia la frontera del sistema solar.

Aunque iniciará el estudio de Plutón y sus tres lunas conocidas cinco meses antes del encuentro, las observaciones más importantes se concentrarán en 36 horas alrededor del momento en que se aproxime a 9.000 kilómetros del planeta.

Los datos que los siete instrumentos científicos de la nave recojan durante el encuentro tardarán cuatro horas y 25 minutos en llegar a la Tierra y se transmitirán a velocidad de caracol: 700 bits por segundo. A este ritmo, los responsables de la misión calculan que harán falta nueve meses para transmitir todos los datos a la Tierra.

La nave, de unos 500 kilos de peso y de tamaño parecido a un piano de cola, se adentrará después en el anillo de Kuiper, donde los científicos creen que abundan astros helados como Plutón y Caronte. Los científicos de la misión tienen previsto seleccionar uno o dos astros más del anillo de Kuiper para ir a visitarlos después de sobrevolar Plutón. La NASA calcula que la nave tiene energía suficiente para mantener sus instrumentos operativos hasta el 2025 y que, si todo va bien hoy durante el lanzamiento, le quedará combustible suficiente para cambiar de trayectoria y apuntar a un nuevo destino.

Tras dejar atrás el anillo de Kuiper, New Horizons se convertirá, después de las dos Pioneer y las dos Voyager, en la quinta nave espacial que abandone el sistema solar y se adentre en el abismo de la Vía Láctea.

Fuente:

http://www.lavanguardia.es/web/20060117/51218021901.html