MADRID.- Tras más de ocho años de funcionamiento, el proyecto SETI@home se ha renovado y mudado. Desde ahora, la parte dedicada al análisis de los datos recibidos en el radiotelescopio de Arecibo (Puerto Rico) del proyecto SETI usará un nuevo ‘software’, aunque la esencia seguirá siendo la misma: aprovechar los recursos no utilizados de los ordenadores de sobremesa para crear un gran red de computación. Otros, como Stardust@home, buscan voluntarios para analizar los datos recogidos por la sonda de la NASA.
La computación distribuida es la clave para lograr este objetivo. Esta técnica consiste en conectar en red recursos autónomos distribuidos en diversos puntos geográficos para, según su disponibilidad y capacidad, procesar grandes cantidades de datos. Es decir, se trata de instalar en el ordenador personal un ligero programa que aprovecha los recursos no utilizados del sistema para contribuir a una investigación común.

En la búsqueda de señales extraterrestres del proyecto SETI, proyecto que nació a finales de los años noventa, los datos a analizar no llegan directamente a los ordenadores de los usuarios. Recorren primero un camino postal desde el radiotelescopio a la Universidad de Berkeley (California), y allí se tratan para poder ser enviados en pequeños paquetes de información a los más de 732.000 equipos que tienen instalado el programa que utiliza SETI@home.

Otros proyectos

BOINC, desarrollado por la Universidad de Berkeley, es el nombre del ‘software’ que utiliza SETI@home para funcionar. Pero no es exclusivo, sino que lo usan muchos otros proyectos. Tras SETI@home, que es el más conocido, destacan otros Einstein@home, que analiza datos gravitacionales emitidos por ‘pulsars’ (estrellas de neutrones), Predictor@home, que investiga estructuras de proteínas, y Climateprediction.net para estudiar los posible efectos del cambio climático.

Pero BOINC no es el único programa para poner en marcha sistemas de computación distribuida. World Community Grid utiliza otro de United Dervices —aunque para usuarios de Linux usa también el de Berkeley— y centra sus investigaciones en temas sociales. El principal proyecto de esta comunidad, apoyada por IBM, es la lucha contra el SIDA. A través del programa FightAIDS@home se investigan nuevas estrategias químicas para desarrollar terapias contra la enfermedad.

También se han aprovechado las utilidades de los sistemas de computación distribuida para objetivos más concretos. El pasado 7 de marzo, un oculista alemán encontró el número ‘primo’ más grande detectado hasta el momento, 2 elevado a 25.964.951 menos 1. Fue gracias al proyecto GIMPS (Gran Búsqueda en Internet de Primos Mersenne).

Unas 450.000 personas participan en los proyectos que usan BOINC. Una cifra que permite hacerse una idea del potencial de este tipo de aplicaciones con las que cualquiera puede contribuir con su granito de arena al desarrollo científico. Sólo hay que instalar un pequeño programa y dejarlo funcionar cuando no se esté usando el ordenador.

Fuente, enlaces y más información: http://www.elmundo.es/navegante/2006/01/13/esociedad/1137168073.html