“Me da miedo hablar de esto pero lo cierto es que sí existe algo extraño. He visto, he sentido y he escuchado situaciones a las cuales no tengo explicación pero he investigado y de ser el escéptico más escéptico me he convertido en un creyente de lo desconocido”, dijo Juan Ramón Sáenz, el locutor de uno de los programas radiofónicos más importantes de México: La mano peluda, que se transmite de lunes a viernes a partir de las diez de la noche por la cadena Radio Fórmula, a través de la frecuencia 104.1 de FM. Abogado de profesión y criminalista, Juan Ramón inició este arduo trabajo de investigación gracias a este programa, el cual lo hizo fiel creyente de lo sobrenatural. “He realizado todo esto con la ayuda de personas especializadas como sacerdotes católicos, pastores evangélicos, parasicólogos, psiquiatras, médicos e ingenieros. No hay explicación lógica para muchas situaciones. Lo más fácil de esto, es decir esto es del diablo y de Dios, pero también hay eventos energéticos propios de la naturaleza que el hombre del siglo XXI, no encuentra una respuesta y se lo adjudica a cosas sobrenaturales”.

Juan Ramón informó que el público de hoy no se le puede espantar con cosas fáciles pues es informado, gracias a que tiene acceso al internet o a canales de cable donde se informan del tema. “Desde que inicié el programa no creía en nada y nunca me llegué a burlar de la gente que me hablaba porque siempre le guardo un respeto muy grande a esto. Aunque sí ha habido gente que me cuenta cosas muy descabelladas. Yo no sé si la ciudad de México es la más poblada del mundo, pero lo que sé es que es la más sola.

“Hoy, la gente que vive aquí ya no platica ni sus sueños. Vive rápido; si no hay tráfico, si no la corren de su trabajo y me inventan una historia con el objetivo de sentirse importantes porque se sienten solos. Detecto cuando una persona me dice mentiras y no se los tomo a mal, pero voy aterrizando la historia para concluir en un simple adiós. El mundo espiritual tiene leyes muy parecidas al derecho de los seres humanos y por extraña que sea no puede haber cosas descabelladas”.

A lo largo de una década, Juan Ramón Sáenz ha leído cerca de 600 libros sobre este tema; aunque reconoce no saber mucho. “Cuando me di cuenta del gran mundo que representa la situación espiritual me dije —necesito unas 10 o 15 vidas para comprender todo esto. Un demonio no te puede hacer nada por sus leyes, pero si le faltas al respeto es un reto, y ahí le abres la puerta y te puede hacer muchas cosas. Cuando uno le dices groserías no se va por eso, sino por la intención con que lo dices. El hombre tiene el don tan poderoso que el mismo cielo respeta que es el libre albedrío. Hay personas que nacen con percepción especial y si te preparas puedes aprender qué energía está cerca de ti”.

Juan Ramón platicó que una vez asistió a la casa de una vidente donde sucedían cosas sobrenaturales. Aunque él, no creía lo que sus sentidos presenciaban, fue ahí cuando se dio cuenta que lo sobrenatural va más allá de una realidad que muy pocos creen. “Una vez entré a una casa con una vidente que me habían dicho que era muy buena. Yo había leído que los demonios tenían un olor fétido y esa vez, en su hogar, me llegó un olor a drenaje y le dije —¿Oye?, hay un demonio aquí—, y me respondió —sí, está junto de ti—. Al principio, pensé que me estaba cotorreando pero en otra habitación la engañe y le dije que había otro y me respondió que no. Le hice varias pruebas y las acertó. Después le pregunté si yo podía oler a los demonios y me dijo que sí. Así fue como surgió aquí se respira el miedo”.

Han sido miles de horas de transmisión a lo lago de estos diez años, más de 60 mil historias y cerca de 18 millones de personas lo escuchan diariamente. Sáenz, a lo que le tiene miedo, es fallarse a su público. “El público ha confiado plenamente en mí que se me haría una grosería tener que contratar a un actor o una actriz para personificar algo. El programa ha logrado una cierta confianza porque he sido objetivo. Las investigaciones las hago en compañía de profesionales y trato de ser lo más objetivo posible”.

A pesar de todo, ni el mismo Juan Ramón se salva de cosas sobrenaturales durante la transmisión de su programa… “Una vez mi computadora se descompuso cuando un joven de nombre Josué, me contaba su historia al aire. Unos demonios lo estaban atacando y cuando me dispuse a leer el Salmo 91 de la Biblia, que es de liberación y de protección muy fuerte, la hoja se enrollaba como taco y no la podía leer. Una de las principales armas es estar tranquilo. Mi productor lloraba de miedo”.

Personas de todo el mundo le han hablado, principalmente de ciudades como Estados Unidos, Europa, Guatemala, Atenas, España, Argentina y cerca de mil 200 correos electrónicos de todo el mundo. “Es peligroso manejar este tipo de energías cuando te metes mucho. Me han invitado a hacer cosas raras, pero yo no he querido porque mi destino no es manejar energía. Es un compromiso que se tiene que cumplir. Le temo y mi intención no es más que comunicar. Lo único que les aconsejo a las personas es la oración y sí le va bien, porque a mí me ha dado excelentes resultados”.

Su familia, por supuesto ha vivido ajena a su vocación pues no le gustaría que se vieron involucrados en algo que pueda provocarles una inestabilidad. “Hay cosas que me impactan como eso que vuelen cosas. Son pocas las que me dan terror, pero eso se quita cuando tienes mucha fe. Mi familia ya se acostumbró a esto pero para fortuna mía, en la casa trato de manejar las cosas normales. Siempre llego hambriento y somnoliento; el trabajo lo dejo fuera. Es un mundo distinto, no mezclo nada”.

Fuente:

http://www.cronica.com.mx/nota.php?idc=220314