El artículo de referencia lo escribe Pat Shipman, en la sección Marginalia. Inicia mencionando que el buzón de cartas al editor saturaba el espacio disponible, pero la amenaza preocupante era el contenido de las mismas, en las que se rechazaba a la evolución como una «justa teoría» y proclamaba la superioridad de el Diseño o Propósito Inteligente.Relata el autor que el 18 de octubre de 2004, el Consejo Escolar en Dover, Pennsylvania, cambió su currículo oficial, autorizando lo siguiente: «A los estudiantes se les hará conciencia de las lagunas y problemas en la teoría de Darwin y de otras teorías de la evolución incluyentes, pero no se le limitará al «Propósito Inteligente». Nota: «No se enseñará los orígenes de la vida». La nueva política educativa requerirá de profesores que lean en sus clases de biología un comunicado de cuatro párrafos negando la disponibilidad de conocimiento y cuestionando la validez de la evolución, y sugiriendo a los estudiantes que consulten la literatura del «Propósito Inteligente».

Siete profesores de biología en Dover rechazaron cumplir la disposición y arriesgaron sus trabajos al escribir una carta fuerte al superintendente de Escuelas, Richard Nilsen; la carta decía, en una parte: «El Propósito Inteligente no es ciencia», «El Propósito Inteligente no es Biología», el «Propósito Inteligente no es una teoría científica aceptada».

Muchos profesores se alarmaron porque era perjudicial la enseñanza de la ciencia al confundirla con la religión, por lo que firmaron un documento en apoyo a los profesores acosados.

Posteriormente varios padres de familia que representan a The American Civil Liberties Union y a la American United For Separation of Church and State, han encausado un pleito para detener la lectura del «comunicado de cuatro párrafos» y la enseñanza del Propósito Inteligente en las clases de ciencia.

La premisa principal del Proyecto Inteligente es que los organismos vivos en la Tierra son tan complejos y tan intrincadamente construidos que éstos posiblemente no se hayan podido construir a través de la acción promovida de la selección natural, de tal manera que debe haber un «diseñador- constructor inteligente». Esta entidad se identifica generalmente como Dios, aunque el superintendente de Dover sugirió que el «intelecto maestro» descrito en el texto del Propósito Inteligente debería ser un extraterrestre (un alien).

La línea de razonamiento por los abogados del Proyecto Inteligente se conoce como un argumento de incredulidad. El Propósito Inteligente no es una teoría científica receptiva a pruebas, con argumentos para su discusión razonable, sino una opinión, una preferencia filosófica, una creencia. Ese hecho lo conduce fácilmente a ser descartado el movimiento del Propósito Inteligente, y considerarse científicamente sin importancia.

Si se permite a los estudiantes la eliminación a discreción del aprendizaje de los hechos básicos y de las teorías de la biología, es casi tan sabio como el de permitirles la eliminación del álgebra o del idioma que practicamos: constituye una infracción a la ley.

No se debe eliminar mi objeción. Si mis vecinos y sus hijos desean creer en un Propósito Inteligente como materia de fe, dice el autor, «lo acepto». Lo que se objeta enérgicamente es la presentación de una creencia religiosa como una teoría científica en una clase de ciencia.

Para los que se interesen por el artículo de referencia es: «Being Stalked By Intelligent Design». Pat Shipman. American Scientist. November-December, 2005, pp, 500-502, volume 93.

Fuente:

http://www.cambiodemichoacan.com.mx/vernota.php?id=36560