Washington. (EFE).- Varios científicos han hallado una “zona muerta” sin signos de vida animal en la costa de Sumatra (Indonesia), en torno al epicentro del maremoto que hace un año asoló varios países del sudeste asiático. Este es uno de los aspectos más destacados del Censo de la Vida Marina, distribuido en las últimas horas. Se trata de un proyecto de investigación asociado con la ONU que hasta 2010 aglutinará a 1.700 científicos de 73 países de todo el mundo, que evaluarán y explicarán la diversidad, distribución y riqueza de la vida marina en los océanos.

Es la primera expedición realizada por científicos, en abril, a la zona del epicentro del tsunami que asoló el 26 diciembre de 2004 varios países del sudeste asiático.

Los investigadores encontraron que dicho fenómeno había tenido “poco o ningún efecto sobre la fauna profunda en la zona del epicentro, excepto a 4.000 metros, en el área cercana a Sumatra, donde cinco meses después del tsunami no hubo evidencia de vida animal a lo largo de once horas que duró la inmersión”, explica el Censo.

Sin embargo, dijo a EFE Ronald O’Dor, el científico jefe del Censo, “esta zona podría ser resultado del derrumbamiento de un acantilado durante el terremoto. Es una curiosidad”.

El estudio, por otro lado, explica que esta “ausencia de vida biológica no tiene precedentes en los últimos 25 años de recogida de muestras de la vida marina en las profundidades de los océanos”.

Entre otros de los descubrimientos llevados a cabo este año destaca el de esponjas carnívoras y otras especies nuevas en los océanos del sur, hechos por dos expediciones a las cuencas de dichos mares. Según el Censo, en la citada zona los científicos recolectaron especímenes nuevos para la ciencia. “Entre las criaturas más enigmáticas se encuentran pequeñas esponjas carnívoras de unos cinco milímetros de diámetro que se alimentan envolviendo a su presa con su boca”, según el citado documento. Además “crearon cierta sorpresa para la ciencia” esponjas con esqueletos de calcio, “que viven en profundidades mayores de las que se creían”.

“También se descubrieron animales unicelulares denominados ‘xenophyophore’ que usan grano sedimentado para ‘construir’ un caparazón que asemejan pelotas de fútbol”, señalan los científicos en el estudio.

Por otro lado, el análisis de la vida marina pone de relieve que los cailones o tiburones salmón de Alaska, “comparten con los humanos su atracción hacia destinos de invierno más calientes y frecuentemente migran a lugares como Hawai”. Además, los científicos han descubierto que los cailones pueden llegar a velocidades de más de 50 kilómetros por hora con pesos de 300 kilos.

Los estudios llevados a cabos por los científicos este año también han destacado el “serio impacto que ha producido la vida humana en las poblaciones de ballenas, focas, pájaros, peces grandes y ostras” en el mar de Wadden, en las costas de Dinamarca, Alemania y Holanda. “La zona, antes llena de grandes animales, sería ahora irreconocible para las primeras civilizaciones que se asentaron en el área que es ahora una llanura de barro”, según el Censo. Sin embargo, los expertos también destacan que algunos programas recientes de conservación han ayudado a ciertas colonias de focas y pájaros.

En la cuenca de Canadá en el océano Artico, los investigadores hallaron “muchas criaturas nunca vistas, incluidas algunas especies de calamar y el primer pulpo conocido en la zona”.

Por último, el Censo revela que las ballenas Baleen usan los arrecifes en mitad del océano como una zona de alimentación.

En relación al año pasado, las expediciones hechas por los científicos en el Censo de 2005 aumentaron de ocho, en 2004, a catorce.

Fuente:

http://www.lavanguardia.es/web/20051215/51207446504.html