La paciente francesa sometida al primer implante de nariz, boca y barbilla evoluciona favorablemente. Los médicos que llevaron a cabo la delicada operación aseguraron ayer por medio de un comunicado que la mujer, de 38 años, se encuentra en “excelente estado general y el aspecto del implante es normal”. Se trata del primer trasplante parcial de rostro procedente de una donante en estado de muerte cerebral.El doctor Jean-Michel Dubernard del hospital Edouard Herriot de Lyon (el primer cirujano en realizar el implante de una mano, en el año 1998, así como un doble injerto bilateral de las dos manos y los antebrazos, en el 2000) y el cirujano experto en reconstrucción maxilofacial Bernard Devauchelle, del centro hospitalario universitario de Amiens (norte), dirigieron la intervención. Ayer, en un comunicado, explicaron que el mayor riesgo al que se tendrá que enfrentar la paciente durante el resto de su vida será de tipo inmunológico y tendrá que tomar medicamentos contra el rechazo del trasplante. La mujer, que quiere mantener su anonimato, resultó gravemente desfigurada en mayo pasado por la mordedura de un perro, que le arrancó los dos labios y parte de la nariz.

“Más allá de las consecuencias estéticas la herida entrañó lesiones” que le impedían realizar normalmente “tanto la función del habla como de la masticación”, indica el comunicado. El implante se ha centrado en “tejidos compuestos, es decir, la piel, el tejido subcutáneo, los pequeños músculos de la cara y elementos arteriales y venosos”, informó ayer la revista Le Point, que fue la primera en desvelar el asunto. Durante los próximos diez años permanecerá el riesgo de un rechazo y, a más largo plazo de linfoma, según los expertos, que recomiendan que para evitarlo se practique paralelamente un trasplante de médula del mismo donante. Otro interrogante es cómo va aceptar la paciente su nueva imagen y cómo va a vivir el hecho de que una parte de su cara perteneció a una persona fallecida.

Las autoridades francesas dieron el visto bueno para llevar a cabo el implante en verano pasado. La intervención abre grandes esperanzas a personas gravemente desfiguradas, como los grandes quemados, los traumatismos severos o los cánceres muy destructivos. Sin embargo, en el 2004, el Comité Consultivo Nacional de Ética (CNEE) emitió una opinión más bien negativa sobre la cuestión cuando otro doctor francés planteó la misma posibilidad, pero para un trasplante total de cara, aunque dejó la puerta abierta para operaciones parciales.

Ayer, la ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado, defendió “prudencia” en relación a este tipo de trasplantes y añadió que se trata de una técnica “novedosa” y que debe esperarse a los resultados, tanto físicos como psicológicos. Los trasplantes faciales fueron objeto de una polémica en España en marzo del 2004, a raíz de que el cirujano plástico de la clínica Ruber, Francisco Gómez Bravo, solicitara un informe al Comité de Ética, la Organización Médica Colegial (OMC) y la Organización Nacional de Trasplantes para que dictaminara sobre las implicaciones deontológicas de esta práctica. El entonces presidente de la OMC, Guillermo Sierra, pidió “cautela”.

Fuente:

http://www.lavanguardia.es/web/20051202/51202707466.html