Durante los últimos meses, los medios de comunicación de todo el mundo nos han amenazado con la aparición de una epidemia generalizada de gripe que podría afectar a gran parte de la población mundial. Las razones para ello no son pocas.Todos los años ocurren epidemias del virus de la gripe durante los meses de invierno. Generalmente estas epidemias sólo causan problemas serios de salud entre los miembros de la tercera edad y los niños de edad temprana. Sin embargo, desde que se mantienen registros de epidemias de gripe, la población mundial se ha visto afectada por epidemias generalizadas cada 10-90 años. Durante estas epidemias internacionales, conocidas como pandemias, el virus de la gripe infectó a más del 20% de la población y acabó con la vida de un elevado número de personas. La pandemia más trágica de la que se tiene datos ocurrió durante el invierno de la temporada 1918-1919, y se conoce como gripe española. Se estima que aquel invierno el virus de la gripe acabó con la vida de 20 a 50 millones de personas. Como comparación, la actual pandemia del virus del sida ha necesitado más de 25 años para acabar con la vida de 20 a 25 millones de personas.

El virus de la gripe no sólo infecta a humanos. Infecciones de aves, caballos, cerdos, focas y ballenas son comunes en la naturaleza. Infecciones de felinos y de perros con el virus de la gripe, aunque poco comunes, también se han documentado. Estrictamente hablando, el virus de la gripe es principalmente un virus de aves salvajes acuáticas. Es en estos animales donde se encuentra la mayor diversidad de virus de la gripe. Sin embargo, el virus no suele causar síntomas de enfermedad en aves silvestres. Hasta la fecha, cada una de las pandemias humanas estudiadas se ha caracterizado por la propagación de una variante (cepa) de virus de la gripe que no se había detectado anteriormente entre la población humana.

Las características genéticas del virus de la gripe explican cómo estos virus son creados. El genoma del virus de la gripe está dividido en ocho fragmentos, que contienen la información necesaria para sintetizar proteínas individuales. Esta disposición en fragmentos permite al virus de la gripe cambiar rápidamente. Cuando una célula es infectada simultáneamente por variantes diferentes del virus, los virus resultantes pueden contener cualquier combinación posible de los ocho fragmentos de los dos virus parentales. Del mismo modo, en raras ocasiones un animal puede ser infectado por cepas del virus que normalmente infectan a otras especies. Así por ejemplo, los cerdos pueden ser infectados simultáneamente con un virus de gripe aviar y un virus de gripe humano. En este escenario, el cerdo se asimila a un tubo de ensayo donde la naturaleza realiza experimentos genéticos. El desenlace del experimento puede ser fatal, por ejemplo, la aparición de cepas híbridas de virus de la gripe aviar y humana, que podrían infectar a los seres humanos con elevada eficacia.

Todas las evidencias parecen indicar que las pandemias anteriores aparecieron cuando cepas del virus de la gripe aviar, quizás al mezclarse con cepas humanas en otros animales, adquirieron la capacidad de infectar a los humanos y de propagarse entre nosotros. Estas cepas patógenas nunca vistas anteriormente por nuestro sistema inmune se multiplicaron sin control entre nosotros, resultando en un incremento en el número total de infecciones, y en la severidad de éstas.

A. GARCÍA-SASTRE, Mount Sinai School of Medicine, Nueva York JUAN LAMA, La Jolla Institute for Molecular Medicine, San Diego

Fuente:
http://www.lavanguardia.es/web/20051124/51198626819.html