Muchas veces llegamos a enterarnos de gente que está enferma y no tiene los recursos económicos para pagar un doctor y los medicamentos recetados. Cuando las personas no tienen algún tipo de seguridad social, acuden a lo más barato que encuentran. En este caso, las profusas farmacias del doctor SIMI invaden todo el país.

Sabemos que SIMI es por similar. Medicamentos que “son lo mismo, pero más barato”. Mucha gente afirma rotundamente haber sido curada de sus males gracias a los medicamentos recetados por el médico. Sabemos que Víctor González se ha enriquecido bastante con sus farmacias y que se hace mucha promoción, viajando por muchos sitios del país en una ruta que me parece mesiánica. También se quiere lanzar de presidente de la república, aunque no hay partido alguno que le abra las puertas.

Cuando se dio a conocer la marca “Doctor SIMI”, la crítica de laboratorios reconocidos hacia esta pequeña industria no se hizo esperar. Se decía que los medicamentos no servían. Que las compañías farmacéuticas tenían lo mejor del mercado. Algunos defensores del buen SIMI, aludieron que los medicamentos de empresas reconocidas eran más caros solamente por la promoción y todos los dimes y diretes que se llevan a cabo en la comercialización de un producto. Mientras que los medicamentos similares, se liberaban de todos estos factores, disminuyendo su precio de una manera mas eficiente.

En entrevista con Dennis Maerker, Víctor González rebatía una pregunta de la periodista. Dennis decía que si los productos servían o no. El buen SIMI, no sabiendo nada de Farmacología, solamente decía que había que ver los resultados, que la gente si se curaba con medicina que “no servía”. Y seguía diciendo: ¿cuáles serían las ventajas para los pacientes si esas medicinas “sí llegaban a servir”?

A mí siempre me ha parecido que el efecto placebo se filtra en estos casos. Para finalizar, un estudio de la PROFECO revelaba que los medicamentos de grandes empresas farmacéuticas eran muy efectivos; mientras que los medicamentos GI (Genéricos intercambiables) mostraban efectos similares, siendo estos casi casi una réplica de los anteriores. Finalmente, el estudio con respecto a los medicamentos similares, era contundente: éstos, en cada dosis tenían variación en el número de sustancias por gramo recomendados. Algunas pastillas tenían menos efectividad que otras, y hasta uno mismo se tenía que tomar unas tres pastillas para conseguir el efecto. Mientras, en otros casos, algunos medicamentos tenían una sobredosis de sustancia activa, lo que podría ser dañino para la salud.

Sin lugar a dudas, se debe investigar bien hondo, a los laboratorios que fabrican los medicamentos similares para conocer bien y dar a conocer al público cuáles son los efectos de estas sustancias.