Los ingredientes que fueron necesarios para la formación de planetas, cometas y otros cuerpos en nuestro Sistema Solar comienzan a ser dilucidados a medida que los científicos analizan los datos que la Sonda Deep Impact, de la Nasa, reveló tras impactar al cometa Tempel 1.El material liberado tras el choque, registrado el pasado 4 de julio, ha permitido que los astrónomos que trabajan con telescopios en diversas partes del mundo, incluido La Silla, en el norte de Chile, analicen los restos utilizando un instrumento conocido como espectómetro infrarrojo.

Receta planetaria

Entre los ingredientes de la receta planetaria se cuentan algunos que se sabía existían en estos cuerpos celestes, como arena y silicato. Sin embargo, el análisis también reveló sorpresas que serán clave para comprender cómo se formó el Sistema Solar hace miles de millones de años.

Una de las conclusiones inesperadas es el hallazgo de arcilla y material orgánico con moléculas de carbono, nitrógeno e hidrógeno, presentes en la composición del polvo del cometa. Estos materiales necesitan agua para su formación.

Esta amalgama que se encontraba oculta en el núcleo del cometa hace pensar que éste se mantuvo durante un tiempo próximo a lugares donde era posible la existencia de agua líquida y que posteriormente emigró a distancias más lejanas al Sol, donde incorporó hielo, dijeron los científicos.

Otra de las sorpresas fue el hallazgo de componentes de hierro e hidrocarburos aromáticos, como los que se encuentran en los restos de una parrilla para asados o en el tubo de escape de un automóvil en la Tierra.

Los científicos explicaron que el cometa es capaz de proporcionar esta información debido al rápido proceso de enfriamiento que acontece en estos cuerpos. Se ha descubierto que el calor no penetra en sus capas interiores, por lo que Tempel 1 conservó intacto material procedente de su formación, hace 4.500 millones de años.

Fuente: terceral.cl