Los resultados del estudio, realizado por científicos alemanes, cuestionan la necesidad de seguir practicando este método alternativo de acuerdo con los antiguos principios chinos La acupuntura puede ser un parteaguas en el tratamiento del dolor de cabeza, reportan científicos alemanes, quienes realizaron uno de los estudios más exhaustivos a la fecha en terapia alternativa, en el que descubrieron que algunos pacientes que recibieron terapias de acupuntura tuvieron siete días menos de dolor en las cuatro semanas en que fueron tratados.

Sin embargo, persiste la pregunta de si es necesario practicar la acupuntura tradicional de acuerdo con los antiguos principios chinos. Los especialistas descubrieron que hacer ligeros piquetes al azar en el cuerpo con agujas resultaba igualmente efectivo.

Los acupunturistas afirman que existen 365 puntos de presión que deben estimularse para que la terapia pueda curar, los cuales supuestamente conducen a una docena de canales o meridianos corporales de energía.

Sin embargo, los pacientes que fueron tratados con acupuntura mínima -con agujas colocadas al azar- experimentaron 6.6 días menos de dolor durante la terapia, lo que representó un avance casi idéntico al de un grupo atendido con acupuntura tradicional.

Ambos grupos recibieron 12 sesiones de terapia durante ocho semanas. Un tercer grupo, sin tratamiento, tuvo 1.5 días menos de dolor en las cuatro semanas que duró la prueba.

En total participaron en el estudio 270 pacientes que reportaron tener dolores de cabeza debidos a tensión nerviosa por lo menos ocho días cada mes.

Los especialistas del Centro de Investigación de Medicina Complementaria de la Universidad de Munich reportaron en el British Medical Journal que la efectividad de la acupuntura “mínima” resulta “intrigante”. No obstante que se utilizaron pocas agujas y se insertaron a menor profundidad que en la acupuntura tradicional, su efecto fisiológico no puede considerarse “completamente inerte”.

De manera alternativa, es probable que la terapia haya producido un efecto de placebo más potente que el obtenido con fármacos, sugieren. “La acupuntura tiene un exótico marco conceptual, que pone énfasis en el individuo como un todo y está asociado al contacto frecuente entre el practicante y el paciente, el cual comprende el ritual de aplicación de agujas. Por último, es posible que las altas expectativas de los participantes y nuestra forma de informarles hayan sido un factor relevante.”

Estudios anteriores

El estudio es el más reciente en sugerir que la acupuntura mínima o falsa es tan buena como la auténtica. En un anterior estudio con 302 personas que padecían migraña -la mayoría mujeres- se descubrió que ambos métodos son igualmente eficaces para mitigar los dolores.

Dicho estudio también lo llevó a cabo el Centro de Medicina Complementaria de la Universidad de Munich y se publicó en el Journal of the American Medical Association en mayo pasado.

Otro estudio publicado en el British Medical Journal el año pasado también encontró evidencias de la efectividad de la acupuntura como tratamiento para dolores de cabeza y migrañas. Una prueba realizada por el Hospital Real Homeopático de Londres, que incluyó a 400 pacientes de 12 profesiones diferentes que padecían cefaleas frecuentes, descubrió que las molestias se reducían significativamente después de 12 sesiones de acupuntura.

La mayoría de los pacientes eran mujeres que en promedio tomaban tres o cuatro dosis diarias de paracetamol antes del estudio. Un año más tarde, después de 12 sesiones de acupuntura en los primeros tres meses, experimentaron menos dolores, hicieron menos visitas al médico, ingirieron menos medicamentos y estuvieron incapacitados menos tiempo para trabajar.

Sin embargo, las dudas persisten. Una de las dificultades de analizar la acupuntura es que los reportes de éxito reciben mucha publicidad, mientras los de fracaso se pasan por alto.

Al menos 26 pruebas controladas que se publicaron anteriormente, elegidas al azar, mostraron que la acupuntura no tiene efecto convincente en el tratamiento del dolor de cabeza.

© The Independent (JEREMY LAURANCE)

Traducción: Jorge Anaya

Fuente: jornada.unam.mx