¿Es posible que la filantropía ayude a que un charlatán obtenga prestigio? Sin lugar a dudas.

El otro día, encendí la televisión por curiosidad para ver el programa de “Los grandes misterios del tercer milenio”. Esta vez, Maussán mostró un proyecto para ayudar a los niños de escasos recursos con diez de calificación, otorgándoles ayuda económica, computadoras, y todo tipo de cosas que se le pueden ocurrir.

Pascal Lopresti, el presidente de esta fundación (el cual es vendedor de pizzas y falsificador de casos de OVNIs en www.ufo.com.mx ) entra en contacto con empresarios para buscar ayudar a estos niños.

En cada programa, al parecer hay un reportaje de algún niño; acto seguido, el niño mencionado aparece con Jaimito y se le da alguna ayuda económica o se le regala una computadora.

Parece que es bonito esto, un acto de caridad. Sin embargo, gracias a esto, Maussán ha buscado limpiar su nombre con un poquito de caridad con los pobres para que le retiren el apelativo de charlatán.

No hay duda: sé filántropo, y le caerás bien a los demás y conseguirás aceptación. Un verdadero abuso del verdadero propósito de la filantropía.