Un campesino con problemas siquiátricos y miembro de una secta evangélica mató a su padre y quemó su cuerpo tras convencerse de que su progenitor estaba poseído por el Diablo, en un pueblo del sur de Chile.El hecho ocurrió el pasado fin de semana en las afueras de la localidad de Carahue, a unos 700 kilómetros al sur de Santiago, en la región de La Araucanía, y fue protagonizado por Artemio Soto Muñoz, de 27 años, confeso de haber matado a su padre, Germán Soto Oyarce, de 71 años.

“Lo maté porque él tenía pacto con el Diablo y yo soy una persona muy creyente”, declaró Soto ante la fiscal que asumió la investigación del caso, informó hoy “El Diario Austral”, de Temuco.

El confeso parricida, quien desde hace varios años es tratado de forma ambulatoria por una esquizofrenia y es asiduo de una iglesia evangélica del sector, se mostró convencido de que con el asesinato había salvado el alma de su padre.

El pasado domingo, tras discutir con su él debido a la supuesta posesión demoníaca, Soto tomó un cuchillo y le propinó varias estocadas, después de lo cual llevó el cuerpo a unos 200 metros de la casa, lo roció con queroseno y le prendió fuego.

Convencido de que para completar el horrendo exorcismo también debía arder todo lo que perteneciera al poseído, Soto lanzó a la hoguera la cama, ropa y enseres de su padre, dos perros y un cerdo.

La investigación judicial pretende ahora a determinar si la víctima estaba aún con vida al ser incinerada o había muerto por las cuchilladas, además de establecer el grado de responsabilidad del autor debido a sus antecedentes siquiátricos.

La familia, sin embargo, responsabilizó a los médicos que lo atendían, pues nunca quisieron internarlo y sólo le suministraban medicamentos, la última vez el sábado pasado, en vísperas del crimen.

Fuente: caracol.com.co