Un informe de la NASA del pasado mes de diciembre reveló, durante la auditoría desarrollada sobre el transbordador espacial, la existencia de deficiencias en la aplicación del aislante térmico que recubre las secciones del tanque de hidrógeno líquido que usan las lanzaderas espaciales para despegar. Fue una pieza del aislamiento la que causó los desperfectos en el Columbia que, en última instancia, causó la desintegración de la aeronave en su reentrada en la atmósfera hace dos años y medio. En esta última misión iniciada el martes de la semana pasada, otra pieza de aislante se desprendió del tanque del Discovery, sin causar en esta ocasión daños aparentes a la nave.

Según publica hoy ‘The New York Times’, citando un informe interno de la NASA, es criticable el control de calidad realizado en las instalaciones de ensamblaje Michoud en Nueva Orleans, gestionadas por Lockheed Martin, empresa implicada en las investigaciones tras el accidente del Columbia.

El informe de diciembre de 2004, realizado por un ex miembro de la NASA, subraya que los ingenieros de Lockheed encargados del tanque externo “no hicieron un trabajo minucioso” de identificación de elementos inhabituales y variaciones que pueden ocurrir cuando el aislante se aplica a mano.

Además, el autor del informe, Conley Perry, destaca que la agencia espacial insistió en no permitir presiones de calendario que dictaran una fecha para un nuevo lanzamiento. Pero la resistencia de los gestores de Lockheed Martin a reevaluar los problemas de control de calidad “es consecuencia de su actitud de mantener una ‘fecha'”.

El informe puntualiza además que pese a los dos años de trabajo para evitar el problema de los desprendimientos del aislante, continúa existiendo la amenaza de nuevos desprendimientos, amenaza que “podría haber sido razonablemente eliminada, pero que todavía sigue ahí”.

Fuente: elcorreodigital.com