Cristo se habría alimentado con pan, muchas frutas, porotos y lentejas

El “hijo de Dios” también habría sido un buen bebedor de vino tinto. Según un médico, sus hábitos alimenticios podrían hacer milagros en cualquiera.¿Qué comería Jesús? Según el doctor estadounidense Don Colbert, hacerse esta pregunta es la mejor manera de mantener una buena salud y una figura delgada y firme. El sitio de la BBC News cuenta que este médico buceó en las comilonas bíblicas y escribió el libro, que lleva como título la pregunta que encabeza este párrafo, con la idea de salvar de la obesidad a sus compatriotas. “La salud de los estadounidenses está decayendo y eso se debe en gran parte a nuestra mala alimentación… La gente come cuando se siente estresada y come a la rápida”, se queja Colbert.

“Si llevas a que la gente vea lo que la Biblia dice al respecto, permitirás que se tomen las cosas con más calma y que elijan correctamente su alimentación”, explica.

Colbert exploró alguna de las leyes dietéticas del Antiguo Testamento -las que habría seguido Cristo- y observó los pasajes en que la Biblia habla sobre comidas. “Si de verdad quieres seguir a Jesús en cada aspecto de tu vida, no puedes ignorar sus hábitos alimenticios”, arguye.

La multiplicación de los panes y los peces y la última cena son sólo algunas de las historias en las que la figura de Jesús aparece directamente relacionada con la comida y la bebida. Según Colbert, “Jesús se alimentaba primordialmente de comida natural, muchos vegetales, especialmente porotos y lentejas. Él debe haber comido pan de trigo, mucha fruta y debió beber mucha agua y vino tinto… Y seguramente comía carnes rojas sólo en ocasiones especiales, posiblemente una vez al mes, como en la parábola del hijo pródigo que vuelve a casa y come becerro”.

Para este estudioso de la comida ancestral, la dieta de Jesús enseña más que cuáles alimentos comer. También instruye sobre cómo hacerlo. “Ellos (discípulos incluidos) deben haber demorado horas en comer. Seguramente holgazaneaban y conversaban mientras cenaban. Nada que ver con nuestras comidas rápidas”, asegura.

Colbert dice que seguramente Jesús no comió las carnes que para la Biblia “eran una abominación’’. O sea, probablemente no probó cerdo ni cangrejos ni camarones. “Comidas con alto índice de un aceite graso inflamatorio’’, avisa.

Los que estén pensando en seguir tan sacra dieta deben escuchar las palabras del reverendo Gordon Gatward, de la Real Sociedad de Agricultores de Inglaterra. “Algunos religiosos ortodoxos han acusado a Jesús de ser bebedor y glotón porque le gustaban las fiestas”. Así que cuidado con los excesos bíblicos.

Por Soledad Marambio
Fuente: http://www.lun.com/internacional/detalle_noticia.asp?cuerpo=701&seccion=803&subseccion=901&idnoticia=C384958258329745