Puede que describa el color de su piel o su lugar de nacimiento, pero el próximo Papa será el “Papa del olivo,” según una profecía del siglo XII que prevé adelantar los dos últimos pontificados antes del fin del mundo.La predicción, a menudo citada (y rebatida), es atribuida a San Malaquías, un arzobispo irlandés reconocido por los miembros de la Iglesia por su habilidad para leer el futuro, quien fue canonizado hace más de 800 años.
Se dijo que San Malaquías había tenido una visión durante un viaje a Roma alrededor del año 1139, sobre los últimos 112 papas antes del Juicio Final, cuando según la Biblia, Dios separa los buenos de los malos en el fin de los tiempos.
El próximo Papa será el número 111 de la lista y es descrito en el texto como “La gloria del olivo.”
Como toda buena profecía, tiene un amplio margen para la interpretación: el elegido podría tener la piel del olivo, es decir proceder de Latinoamérica, Africa o el Mediterráneo.
“Podría ser incluso un Papa de origen judío, puesto que la rama de olivo es un símbolo bíblico para el pueblo de Israel,” especuló el periódico italiano La Stampa.
Los estudiosos de Malaquías llevan tiempo hablando de que el “Papa del olivo” podría pertenecer a la orden de los benedictinos, conocidos como los Oliveros. Pero con 93 años, el único cardenal benedictino es demasiado mayor para poder ser Papa, ya que el límite de edad se encuentra en 80 años.
ECLIPSE
La profecía de Malaquías ha sido objeto de controversia durante siglos. Los críticos dicen que se trata de una falsificación, posiblemente distribuida como una campaña de propaganda a finales del siglo XVI, para favorecer a un cardenal durante el cónclave.
Pero los creyentes apuntan similitudes con los pontífices. El Papa Juan Pablo II, número 110, fue descrito en la profecía como “de labore solis,” o “de la labor del sol.”
Juan Pablo II nació el 18 de mayo de 1920, el mismo día del eclipse solar. El Pontífice fue enterrado el 8 de abril del 2005, el mismo que un eclipse parcial que fue visto en América.
Algunos se toman la profecía de Juan Pablo II de una manera menos literal y dicen que simplemente se refiere al lugar de nacimiento del Papa en Polonia, en el este de Europa. El sol sale por el este.
El número 109 en la lista, el Papa Juan Pablo I, fue apodado “de medietate lunae” o “media luna” por la profecía. Los creyentes dicen que esto describe su corto papado, solamente un mes, que va de un ciclo lunar a otro.
Quizá lo más apremiante para los fatalistas son las referencias al último Papa de la lista “Petrus Romanus,” o Pedro el Romano, y hace mención a la destrucción de “la ciudad de las siete colinas,” es decir: Roma.
“Durante la persecución final de la Iglesia Católica Romana, Pedro el Romano gobernará, guiando al rebaño a través de muchas tribulaciones, al final de las cuales la ciudad de las siete colinas será destruida, y el formidable juez juzgará a su pueblo,” dice.
Fuente: http://www.terra.com.pe/noticias/internacional/20/20331.html
Comentario de Lalo Márquez:
Esta antigua profecía se escucha cada vez más y está inquietando a algunas personas que “sienten” que todo está resultando tal y como está profetizado. Sin embargo, lo que en realidad sucede es que estas personas están tomando y adaptando situaciones que refuercen sus creencias y desechando las que no. A esto se le llama “confirmación influenciada”. Es un tipo de razonamiento subjetivo y una forma más de autoengaño que, inconcientemente, la mayoría de las personas llegamos a hacer en algún momento u otro al razonar sobre alguna situación.
La Gloria del Olivo y la Destrucción Repentina
La “gloria del olivo” está en su propio aceite de oliva, usado desde la antigüedad para ungir reyes y sanar heridas, pero también para pudrir yugos, imperios, autoridades (Isaías 10:27); este aceite es también símbolo de la unción del Espíritu Santo, sobreunción profetizada para la última generación cristiana gentil (no judía), el apóstol Pablo llama esta fase histórica, plenitud de los gentiles (Romanos 11:25 y Habacuc 2:14); y Daniel le denomina el último reino, que no tendrá fin, (Dn 2: 44-45, Ap 17:10).
Dios Padre, amó tanto al mundo que entregó su único hijo por este; y Cristo dijo al respecto, que su reino no era de este mundo, pero también aclaró que él no vino a juzgar al mundo y que tampoco rogaría por el mundo; entonces a quien le toca llevar a cabo estas funciones y responsabilidades, de reinar, juzgar y rogar por el mundo: ¿No es a su iglesia? Recuerde que aun en el milagro de los panes y los peces, Jesús, les menciona a sus apóstoles, que eran ellos los que tenían la responsabilidad de darles de comer a las multitudes.
Porque si la iglesia finalmente no establece el reino de Dios y su justicia en toda la tierra, entonces el cristianismo vendría a ser la estafa más prolongada y monumental en toda la historia universal del hombre. Repárese entonces, que muy pronto se reeditará la era apostólica y los pueblos tendrán y entenderán la necesidad de que una iglesia renovada, unida, llena de verdades y soluciones sociales, finalmente dirija este mundo.
Esta iglesia reinante establecerá en el mundo la paz y la seguridad, por la misma unción espiritual que contendrá, y cuando sea quitada de la tierra vendrá la destrucción repentina (1ª Ts 5:3); su reino no tendrá fin, porque esta iglesia reinante será arrebatada por Dios, para regresar siete años después con el Rey de Reyes y Señor de Señores, para restablecer este reino en la tierra por mil años más. Después del arrebatamiento, aquí en la tierra se culminará la dispensación gentil de la gracia y se reiniciará el trato con los judíos, a través de los 144.000, pero esto último ya será en la gran tribulación de siete años, que es la misma destrucción repentina.
El Vaticano o la ciudad en medio de las siete colinas sigue representando al imperio romano, El apóstol Juan detalla su final en la historia, antes de todos estos acontecimientos proféticos (apocalipsis capítulos 17 y 18). Le invito a leer los textos y capítulos bíblicos sugeridos y “La Subestima de la Biblia, del Calendario Maya y de sus Ciclos Históricos” en http://www.lucasblancoacosta.com/maya-biblia.php