Ocurrió en San Juan y los protagonistas fueron cuatro jóvenes, entre ellos una mujer y un menor de edad. El féretro pertenecía a una niña que había fallecido a poco de nacer. Uno de los sujetos se arrepintió y denunció a sus amigosSe trata de un hecho despiadado, signado por la droga, el alcohol y el accionar de una presunta secta satánica. Cuatro amigos, ingresaron durante la noche al cementerio de la capital de San Juan y tras violentar una tumba, se apoderaron del cadáver de una beba muerta a poco de nacer y luego lo mutilaron. Por el episodio fueron detenidas dos personas, mientras que una tercera era intensamente buscada.

El siniestro hecho, que fue dado a conocer ayer, logró descubrirse cuando un joven amigo de los acusados que presenció lo que éstos hacían, realizó una denuncia policial.

Todo se inició entre la noche del viernes y la madrugada del sábado último, cuando fue profanada una tumba del cementerio de la capital sanjuanina, de donde fue robado un féretro que contenía el cadáver de una beba.

Según sospechan los pesquisas, tres jóvenes, entre ellos una mujer y un menor, se apoderaron del cajón, robaron el cuerpo de la criatura y luego arrojaron el féretro en una cuneta de la zona de Concepción, una barriada marginal de la capital provincial.

De la pesquisa surgió que cerca de las 4 de esa madrugada, los tres sospechosos y un cuarto joven se reunieron para beber en la casa de la mujer del grupo, que consta de un garaje donde además funciona un quiosco.

En esas circunstancias, la mujer sacó el cadáver de la beba y junto a sus dos cómplices comenzó a seccionarlo con un cuchillo, dijeron los voceros consultados, quienes añadieron que al parecer la finalidad era cometer un rito con el cuerpo.

El macabro espectáculo aparentemente horrorizó al cuarto muchacho que estaba en la casa, identificado por la policía como Ariel Torres, quien abandonó el lugar y horas más tarde denunció el episodio ante la policía.

Efectivos de la Unidad Judicial 1, comandada por el comisario Pedro Masuelli, comenzaron a trabajar sobre la denuncia y arrestaron a dos de las tres personas que habían sido señaladas por Torres.

Las fuentes identificaron a la mujer detenida como Ivana Velázquez, de 24 años, quien al parecer es adicta a las drogas, alcohólica y padece alteraciones mentales por las que estuvo internada durante dos años en un neuropsiquiátrico.

El otro apresado es un menor de edad, apodado “El Gringo”, mientras que la policía procuraba ayer localizar al tercer sindicado profanador de la tumba, que por el momento continúa prófugo.

Según las fuentes consultadas, al ser detenidos, los dos sospechosos admitieron el hecho e indicaron a la policía dónde habían arrojado el cuerpo mutilado que habían robado del cementerio.

Ayer, la policía halló el cadáver en el galpón abandonado situado en la calle Mendoza, en cercanías de la casa de la detenida.

Según los investigadores, el cuerpo estaba en el interior de un cajón y tenía los brazos, las piernas y la cabeza mutilados.

Horas antes, los detectives habían encontrado el féretro a unas dos cuadras de la casa de Velázquez, junto a un bolso que pertenecería a la sospechosa.

Los pesquisas no lograron aún determinar cuál fue la motivación de la profanación y la mutilación del cadáver, y procuraban establecer si los detenidos tuvieron intención de llevar adelante un ritual.

Los dos detenidos quedaron a disposición de la justicia de turno, acusados de profanar la tumba y robar el cuerpo de la beba.

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