Decir que cierto lugar tiene “mala vibra” no sólo se queda en lo coloquial, sino que muchas veces puede tener algo de cierto, según lo platica Carlo Cecchetti Peregrini, quien este fin de semana ofrecerá la conferencia “Energías sutiles”.Cecchetti Peregrini, director de la Universidad Internacional Rosacruz, explicó que el título de la charla hace referencia al “entorno del hombre y a como es influenciado por las distintas energías que lo rodean, desde la cósmica hasta la que fluye del interior de la tierra”.

En su conferencia, Carlo Ceccheti hará referencia a muchas formas de energía, como la cósmica, climática, la piramidal y el aura humana, pero hará un énfasis especial en la radiestesia, una técnica con siglos de historia para percibir las radiaciones naturales de la tierra a través de péndulos o varillas angulares.

“Toda la tierra está atravesada por bandas de energía que forman una especie de retícula. Son emanaciones de radiación provocadas por el fluir del magma bajo la corteza, el flujo magnético, las corrientes subterráneas de agua o los depósitos minerales”, comentó el especialista.

Esas bandas energéticas fueron descritas a principios del siglo 20 por estudiosos alemanes, que encontraron que los lugares donde se cruzaban creaban un flujo tan fuerte que podían producir trastornos y enfermedades.

“Este conocimiento está basado en ideas muy antiguas. Los chinos tienen una idea parecida con el feng-shui y hacia finales de la Edad Media aparecen en escritos imágenes de la horquilla de madera, que fue el primer instrumento para medir esta emanación energética. Luego vino la condena religiosa que emparentó este conocimiento con lo demoníaco, hasta que un religioso francés, Mermet, lo rescató a mediados del siglo 19”, rememoró Cecchetti.

Las bandas energéticas de la tierra son de dos tipos: las de Hartmann, que dependen del flujo magnético y están orientadas de acuerdo a los puntos cardinales, y las de Curry, que dependen del movimiento del magma y que son transversales a las anteriores.

Con aparatos que pueden ser tan sofisticados como la tecnología lo permite, o tan rudimentarios, como las varillas metálicas, se detectan hoy en día los lugares de cruce de estas bandas energéticas para propósitos constructivos y de salud.

“En Alemania existe una rama científica llamada geobiología que mide estas emanaciones y se ha llegado al extremo de desviar trazos de carreteras que pasaban por puntos de mayor emanación negativa, pues incrementaban el número de accidentes”, explica Cecchetti.

Otras consecuencias perceptibles de este “cruce energético” en las personas son: fatiga, dolores de cabeza, irritabilidad o hasta cáncer, dependiendo de la fuerza de la emanación y el grado de contacto. Pues si alguien tiene su cama en una línea de cruce, lo padecerá más que alguien que sólo pasa por ahí.

“Los bebés son más sensibles a este flujo energético y se puede dar el caso de que los papás dejan acostado a su hijo y éste, dormido, se va desplazando poco a poco para evitar el cruce de bandas”, agrega el especialista.

La utilidad de este conocimiento es aprovechable principalmente por los arquitectos y constructores, que pueden diseñar edificios donde se prevea oportunamente el correr de las bandas energéticas (que están separadas entre sí sólo por unos metros) y colocar los puntos de mayor estadía fuera de los cruces.

La conferencia “Energías sutiles” de Carlo Cecchetti, tendrá lugar este sábado 5 de marzo, a las 16:00 horas, en el Centro Cultural Rosacruz AMORC, ubicado en el Camino a los Naranjos. La cuota de recuperación es de 150 pesos por persona.

Por LUIS MEZA
Fuente: http://www.am.com.mx/nota.asp?ID=52594