Roma, Italia, 4 de enero. “Las bestias de Satanás”, una banda de jóvenes de Milán, bailan en un bosque, pisando fuerte sobre la improvisada tumba de dos amigos a los que acaban de asesinar brutalmente.”Las bestias de Satanás”, una banda de jóvenes de Milán, bailan en un bosque, pisando fuerte sobre la improvisada tumba de dos amigos a los que acaban de asesinar brutalmente.

En la vecina población de Chiavenna, tres adolescentes deciden apuñalar y golpear hasta la muerte a una monja como parte de un macabro rito satánico. “Estábamos aburridas y quisimos hacer algo diferente”, dijo una de las niñas más tarde a la policía.

Estos episodios recientes consternaron a la sociedad italiana y a los experimentados jueces convocados para investigarlos.

Pero para la Iglesia católica romana son sólo la punta más visible de una pirámide profana que tiene en su base a millones de supersticiosos, personas crédulas y desesperadas que buscan salir de sus miserias recurriendo al satanismo, la brujería y el mundo de lo oculto.

Para ayudar a manejar lo que consideran un fenómeno preocupante, la Universidad Regina Apostolorum del Vaticano está ofreciendo ahora a sus estudiantes un curso de satanismo y exorcismo.

El curso, que comienza en febrero, se dirige a novicios y aspirantes a sacerdote que estudian en la universidad católica en Roma.

Con lecturas sobre una variedad de temas -desde demonología hasta brujería, pasando por “exorcismo aplicado” hasta derecho canónico y ocultismo- el curso apunta a informar a los estudiantes sobre todo lo relacionado con el “príncipe de la oscuridad”.

“La idea es ayudar a los sacerdotes a manejar a aquellos jóvenes que se sienten atraídos por los cultos satánicos o a padres que están preocupados ante la posibilidad de que sus hijos se hubieran unido a algún tipo de secta”, explica Carlo Climati, uno de los profesores.

Climati, un periodista experto en asuntos relacionados con los jóvenes, atribuye la creciente popularidad del satanismo y las artes ocultas a una serie de factores.

Estos incluyen lo que llama “nuevas formas de soledad” entre los jóvenes: el aislamiento surgido de pasar demasiado tiempo frente al televisor y demasiado poco en compañía de amigos y familiares, y la creciente disponibilidad de material en Internet.

“En el pasado, la exposición de los adolescentes al satanismo se limitaba a los textos de unas pocas bandas de rock. Ahora, hay miles de páginas web destinadas a Satanás”, explica Climati.

Una búsqueda de la palabra “satanismo” en Google, por ejemplo, aporta cientos de miles de resultados. Estos incluyen “La Web Oficial de la Iglesia de Satanás” y “Satanism Today”.

El hecho de que lo malo tienda a llamar más la atención que lo bueno requiere una larga explicación sobre la fascinación que la gente siente hacia todo lo maligno.

“Un árbol cayendo hace más ruido que todo un bosque creciendo”, señala Climati, citando un tradicional proverbio chino.

Aunque no hay planes para enseñar a los estudiantes a actuar contra la forma más extrema de satanismo -la posesión por parte del diablo- Climati sostiene que el curso terminará con dos exorcistas compartiendo sus experiencias con los alumnos.

Autor: Fuerza Informativa Azteca
Fuente: http://www.todito.com/paginas/noticias/167797.html