La oferta para estas prácticas es amplia y va desde limpias y baños de la suerte hasta energetizaciones. El denominador común para estas terapias es acercarse a la naturaleza y a los saberes ancestrales.Por ejemplo, Sara Ordóñez, una atractiva joven que reside en Quito, decidió tomar una “energetización”, para empezar bien el 2005 en una de las cascadas de la Reserva El Pahuma, en el noroccidente de Pichincha. “La naturaleza es la que brinda la energía y es necesario acercarse a ella para recobrar la vitalidad”.

Ella acudió, el domingo 12, con un grupo de cuatro personas a la Reserva, para participar en un ritual de purificación con el agua de la cascada realizado por Cecilia Asanza, una mama guardiana del agua.

Este ritual se repitió el 26, con cinco personas más. Ordóñez fue para meditar, la noche anterior. Allí Asanza limpió a los asistentes con un atado de hierbas, entre las cuales apenas se distinguía el romero, por su olor, y la ortiga por las ampollas que dejaba en la piel de los participantes.

Mientras Asanza frotaba las plantas por todo el cuerpo, con las manos y brazos abiertos, recitaba oraciones y daba varias instrucciones en voz alta.

Luego ingresaron al agua helada de una pequeña poza junto a la cascada, para efectuar una limpieza con el líquido. Asanza lanzaba el agua vigorosamente, con un chilpe, contra el cuerpo de los asistentes. Al final les frotaba con barro de la poza y luego les enjuagaba.

La mama se detenía en los puntos energéticos, o chakras, como el coxis, el ombligo…

Para terminar, cada uno pasaba en turnos hacia la cascada para recibir la fuerza de la caída del agua en su espalda. Maritza, una etnobotánica quiteña, afirmó convencida que el resultado depende de la fe que cada persona ponga en el ritual. “Conozco de cerca el poder de las plantas y he participado en ceremonias con chamanes de la Amazonia”.

Asanza explicó que este es un ritual de purificación que equilibra las energías. “Lo primero es pedir permiso al bosque para ingresar. luego se limpia a cada persona y se la bendice en nombre de la Pachamama”.

Débora, una joven estudiante de Psicología quien pidió no publicar su apellido, dijo que creía en estos rituales y fundamentó su respuesta en base a sus estudios. “Solo conocemos una fracción de la mente humana, el subconsciente es un terreno inexplorado al cual se llega mediante símbolos y rituales como estos baños energéticos”.

Según Jorge Coello, director del Centro Raíz, solo en Quito existen 15 locales que sistematizan la sabiduría andina y la cifra se duplica considerando el resto del país.

Coello afirma que desde 1982 más personas buscan acercarse a este tipo de conocimiento que en el Ecuador empezó en 1990 . “Todo se inició con la era de Acuario. Una de las manifestaciones es el New Age como se le conoce en los países del norte. Ahora el centro energético de la Tierra está en Los Andes. Por esto llegan cientos de personas a Ecuador, Perú y Bolivia”.

Solo al Centro Raíz acuden cerca de 100 personas para los rituales como los del solsticio, celebrado el 22 de diciembre. “En el mundo existen redes de meditación, grupos organizados que aglutinan a 300 millones de personas”.

Fuente: http://www.elcomercio.com/noticias.asp?noid=113593