La primera cara de Bélmez pudo ser fruto de una ‘pareidolia’. Una mancha de grasa en el suelo de una cocina es algo habitual y, que llegue a recordar una cara, posible. Un fenómeno natural habría sido así el detonante del enigma del pueblo jiennense en una de cuyas casas aparecen figuras en el cemento desde 1971. El misterio se convirtió después en un negocio cuyas últimas manifestaciones han sido denunciadas como fraudulentas por Francisco Máñez, un estudioso de lo paranormal que dice que enseñó cómo pintar las caras a los que han descubierto las nuevas. Además, nadie ha demostrado que lo que sucede en ese pueblo andaluz tenga un origen extraño.Los parapsicólogos se han encontrado en Bélmez no sólo con caras de cemento, sino también con voces llegadas de ultratumba. Y, además, dicen haberlas grabado. Es lo que se conoce en la jerga del misterio como psicofonías, sonidos que se obtienen al dejar una grabadora encendida en un entorno silencioso. Las más famosas en España fueron las del palacio de Linares, en Madrid, en 1990.

Tal y como sucede con las caras de Bélmez, con las voces de los espíritus pasa que los únicos que las consiguen son quienes viven de explotar la credulidad ajena. Es posible que, en alguna ocasión, una grabadora capte voces que suenan en la distancia, pero de las que no somos conscientes.

Sin embargo, las que no son un fraude ni de origen accidental provienen de fuentes tan dudosas como las del mensaje satánico de ‘Stairway to heaven’ y, por eso, no han de inquietar a nadie. De hecho, si uno las escucha sin saber lo que dicen, no entenderá nada; sólo después de saber cuál es el supuesto mensaje fantasmal, seremos capaces de distinguirlo. Pura ilusión.

Fuente: http://www.elcomerciodigital.com/pg041220/prensa/noticias/Sociedad/200412/20/GIJ-SOC-142.html