Elige agencia espacial el trabajo universitario para dotar a la misión del Mobile Mars Science Laboratory de instrumentación e investigaciones asociadas para explorar una región marciana en busca de indicios de vida.La NASA incluirá un proyecto de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en la misión Mobile Mars Science Laboratory (MSL) que viajará a marte en el año 2009, por medio del cual se le proveerá de instrumentación e investigación.

En un comunicado, esa casa de estudios dio a conocer que el proyecto fue elaborado por un equipo encabezado por el doctor Rafael Navarro, investigador del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM, y se titula “Sample Atalysis at Mars with integrated suite consisting of a gas chromatograph mass spectrometer, and tunable laser spectrometer”.

Destacó que este trabajo fue uno de los ocho seleccionados por la Agencia Espacial de Aeronáutica Nacional (Nasa por sus siglas en inglés), para dotar al MSL de instrumentación e investigaciones científicas asociadas para explorar una región marciana en la búsqueda de indicios de vida.

La misión MSL, que forma parte del Programa de Exploración de la NASA, colocará un laboratorio móvil en la superficie de Marte para explorar una determinada zona como potencial hábitat.

El MSL operará generando su propia energía y quedará activo un año en ese planeta, equivalente a dos años terrestres.

Además de la instrumentación elegida, el MSL llevará un pulso de neutrón y un detector para medir el hidrógeno (incluyendo agua) otorgados por la Agencia Espacial Federal Rusa.

El proyecto también incluye un paquete meteorológico y un sensor ultravioleta proporcionados por el Ministerio Español de Educación y Ciencia.

La UNAM y Rafael Navarro colaboran con la NASA en investigaciones relacionadas con la búsqueda en la Tierra de ambientes análogos a los de Marte, y con otras instituciones, llevan a cabo experimentos en el desierto de Atacama, Chile, donde se presentan las condiciones ambientales más parecidas a las del planeta rojo.

También, con la intervención de la Universidad Veracruzana, efectúan trabajo científico en la zona alta del Pico de Orizaba, donde se tiene el bosque más alto que hay en el mundo, con un alcance promedio de mil 400 metros y está en la zona cercana al Ecuador tropical.