Cartílago de tiburón, muérdago, la dieta de Gerson… éstos son sólo algunos de los remedios ‘alternativos’ contra el cáncer que pueden encontrarse navegando por Internet. Pero muchos de ellos no sólo no son ineficaces en la lucha contra una enfermedad tan grave como ésta sino que incluso pueden llegar a resultar dañinos para el paciente.Con la intención de aclarar estos extremos y dar confianza a los internautas científicos británicos han solicitado que se establezca un ‘sello de calidad’ para todas aquellas webs que ofrezcan información o consejos sobre remedios médicos no convencionales.

Tras analizar 32 sitios en inglés en los que se ofrecían contenidos de este tipo, dos profesores de la Plymouth Peninsula Medical School (en el Reino Unido) han llegado a la conclusión de que es necesario algún sistema de acreditación que evite errores y confusiones innecesarios entre los pacientes con cáncer.

El trabajo, que puede leerse completo en la revista ‘Annals of Oncology’, asegura que la calidad de las 32 webs analizadas es “extremadamente variable”, oscilando entre aquellas que ofrecen información valiosa y de utilidad para el paciente (especialmente en materia de prevención), hasta las que defienden consejos carentes de validez médica y otras que incluso pueden llegar a ser peligrosas.

El profesor Edzard Ernst y su compañera Katja Schmidt, expertos en terapias alternativas, emplearon ocho de los buscadores más comunes en Internet hasta dar con las páginas más visitadas y, posteriormente, puntuarlas mediante una escala del cero al 14. Sólo dos de ellas obtuvieron la máxima puntuación (Quackwatch.org y Bandolier) y sólo otras dos estaban protegidas por el código HON (Health on the Net Foundation Code of Conduct), un estándar internacional que certifica los contenidos de salud en Internet.

El resto variaba entre aquellas que animaban a los pacientes a no seguir los tratamientos médicos convencionales (16%), a desoir los consejos de sus médicos (3%), o bien ofrecían testimonios e historias personales (91%) o detalles comerciales sobre determinados productos(22%).

Además, explican, la mayor parte de las webs estaban dedicadas a la ‘curación’ (118 del total), mientras que el resto se dividía entre las que estaban centradas en los cuidados paliativos (88) o la prevención (59 de ellas).

La opinión de estos expertos es que los aspectos preventivos tratados por estos portales son de mejor calidad que los relativos a la curación. Así, frente a la coenzima Q10, el muérdago o el cartílago de tiburón como ‘remedios’ contra el cáncer, los autores consideran mucho más fiable la infirmación relativa a la acupuntura, la meditación y otras técnicas de relajación para paliar los efectos secundarios de los tratamientos. En este sentido, recuerdan, sí existen algunos estudios científicos que han demostrado los beneficios de estos métodos para mejorar la calidad de vida de los pacientes.

“Las ‘curas para el cáncer’ ofrecidas en estos sitios carecen de cualquier evidencia científica”, asegura el profesor Ernst, quien no desdeña el importante papel que puede jugar Internet a la hora de informar a los pacientes sobre su enfermedad. Sin embargo, considera fundamental que los usuarios sean conscientes de la disparidad de contenidos que se pueden encontrar.

Por este motivo sugiere que es necesario encontrar algún modo de ‘minimizar’ en lo posible los potenciales daños que pueden derivarse de la información errónea, una información a la que tienen acceso cerca de 600 millones de personas en todo el mundo. Un sello de calidad aprobado por las principales organizaciones oncológicas internacionales y otros grupos imparciales, sin intereses comerciales se perfila, a su juicio, como el método más eficaz.

Fuente: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2004/04/20/oncologia/1082481307.html