JAÉN. La casa de las caras de Bélmez no están en venta. Lo dice Miguel Pereira, uno de los hijo de María Gómez, la dueña de la casa recientemente fallecida, y la cual según algunos expertos, es la responsable directa de las teleplastias. Miguel, convencido de la autenticidad del fenómeno, pretende poner fin de una vez a la conjetura, de que la familia participa en el presunto fraude, urdido por la Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas (SEIP) y al Ayuntamiento del municipio jiennense, que han denunciado algunos investigadores.Los pretextos que alegan estos investigadores, son el afán de notoriedad de la SEIP y, en el caso del Ayuntamiento, la necesidad de convertir a Bélmez en la capital mundial del turismo paranormal. Unos investigadores que incluso consideran, que los rostros más antiguos, los que datan de 1971, y los que aparecieron el mes pasado, constituyen sendos fraudes. Miguel lo niega y reta a los escépticos a que investiguen. «No lo tengo miedo a nada», dice.

La voluntad

El hijo de María Gómez ha cohabitado con las caras durante décadas. Indica que desde que surgieron en el suelo de la casa de su madre se llevaron a cabo investigaciones por parte de expertos que no han podido probar que los rostros sean un montaje. Por este motivo defiende la tesis del presidente de la SEIP, Pedro Amorós, al que considera una persona honesta, y, por supuesto, de la alcaldesa, María Rodríguez, a la que respalda en su intención de litigar. «No tengo medios suficientes para pleitos, pero sí estoy dispuesto a apoyar en todo al Ayuntamiento».

Para evitar equívocos Miguel Pereira asegura que las casas no son en absoluto un filón. Antes bien, considera que casi perjudican económicamente a la familia porque, en lugar de cerrarlas, las mantienen abierta a los curiosos, con los consiguientes gastos que acarrea su mantenimiento. A cambio, sólo piden a los turistas la traducción económica de la voluntad. «Para cubrir gastos», explica.

Autor: MARISA MARTÍNEZ
Fuente: http://sevilla.abc.es/sevilla/pg041130/prensa/noticias/Andalucia/Sociedad/200411/30/SEV-AND-033.asp